El primer secretario del PSC, Pere Navarro, plantea formar un "Govern de unidad nacional" presidido preferiblemente por un diputado de CiU distinto al presidente en funciones, Artur Mas, y del que formen parte la mayoría de fuerzas con representación parlamentaria.
Aunque no ha descartado que el líder de este Ejecutivo pueda ser Mas, en rueda de prensa ha sostenido que el líder de CiU "debería presentar su renuncia" después de haber provocado una situación de mayor inestabilidad tras el resultado de las elecciones.
Navarro, que todavía no ha trasladado su proyecto al resto de partidos, ha abogado por "concertar un programa de gobierno" bajo tres condiciones: equilibrio entre estabilidad financiera y cohesión social, negociación de un pacto fiscal e impulso de un modelo federal y apuesta por la calidad democrática.
"Lo que plantea este documento es que, ante el fracaso provocado por una persona y una coalición, se tomen medidas excepcionales. Y eso no es pedir una silla, es diseñar un gobierno que pueda afrontar la gestión de los próximos años".
Navarro ha defendido que este Gobierno de unidad cuente con la participación "de personalidades del máximo prestigio y consenso posible" y que sus miembros sean consensuados entre todos, con independencia de si forman parte de alguna fuerza política y sin caer en el reparto de consejerías entre los partidos.
Los socialistas, que alertan del riesgo de gobernar Cataluña "desde la exclusión de todas aquellas fuerzas no independentistas", no incorporan en la hoja de ruta de este Gobierno de unidad la apuesta por el derecho a decidir que sí hicieron suya en el programa electoral siempre que fuese dentro de la legalidad. "Cataluña necesita, desde nuestro punto de vista, acuerdos excepcionales. Una propuesta de renovación que implicará una reforma total del proceso de toma de decisiones para ganar la confianza de la sociedad y hacer frente a la actual situación de crisis y sus consecuencias sociales", reza el documento.
ERC DISPUESTA A AVALAR A CiU SI AVANZA HACIA LA INDEPENDENCIA
Por su parte, ERC asegura que avalará la austeridad de los próximos presupuestos de la Generalitat siempre que las cuentas no contengan ningún recorte "ideológico" y den un giro social, y el nuevo Ejecutivo catalán se comprometa inequívocamente a avanzar hacia la independencia.
En rueda de prensa, el dirigente republicano Oriol Amorós ha explicado este lunes que ERC fija dos condiciones para dar estabilidad al Gobierno catalán: unas cuentas lo más justas socialmente dentro de los "estrechos márgenes" que tiene la Generalitat, y un proceso pactado para celebrar una consulta de autodeterminación.
Los republicanos, que sostienen que por ahora las negociaciones con CiU avanzan positivamente, entienden que los próximos sean unos "presupuestos de resistencia", pero piden a cambio una 'hoja de ruta' precisa hacia la consulta que, según Amorós, no debería celebrarse más allá de 2014.
El secretario general de Convergencia Democrática de Cataluña, Oriol Pujol, ha defendido este lunes que las conversaciones con ERC acabarán con un acuerdo para dotar a Cataluña de estabilidad: "Creo que las cosas están yendo bien, y me atrevo a decir que acabarán bien", ha afirmado en declaraciones a la Cadena Ser-Ràdio Barcelona.