La presidenta del PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho, ha puesto de manifiesto que no se cierra a facilitar la investidura de Artur Mas como presidente de la Generlaitat, pero le ha exigido que "aparque" la reivindicación de un concierto económico para Cataluña y que dé prioridad a la crisis.
Después de la reunión de ayer entre Mas y el futuro presidente del grupo del PSC, Joaquim Nadal, el líder de CiU ha sondeado la disposición del PPC ante el debate de investidura en una reunión en el Parlament que ha durado una hora.
A la salida, Sánchez-Camacho ha explicado que todavía no ha decidido su voto en el debate de investidura porque quiere escuchar antes los propósitos de Mas, ha apuntado, pero le ha hecho una serie de peticiones, buena parte de ellas calcadas a los compromisos de los propios convergentes.
Entre estas reclamaciones que sintonizan con el discurso de CiU figuran por ejemplo medidas de austeridad en la Administración -el PPC quiere un máximo de 11 consejerías, CiU habla también de, como mucho, 12 departamentos, frente a los 15 actuales-, la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones, ayudas fiscales para las pymes y priorizar la salida de la crisis.
Sánchez-Camacho además ha propuesto a Mas que el primer pleno de la legislatura sea una sesión extraordinaria dedicada a la crisis y le ha pedido impulsar una ley de presupuestos con medidas para salir del bache económico.
La presidenta del PPC ha reclamado incluso a Mas que forme "el gobierno de los mejores", con las personas "más cualificadas" para ser consejeros, un concepto que ha venido defendiendo el propio Mas desde hace meses.
El único gran escollo que de momento parece separar a los populares de la posibilidad de facilitar la investidura de Mas es la apuesta de CiU por el concierto económico.
Según la presidenta del PPC, para que su grupo apoye a Mas en la investidura habrá que "aparcar todos los discursos soberanistas, independentistas" y también la idea del "concierto económico".
Mas ya ha dejado claro que en los próximos años se opondrá a la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, ya que sólo provocaría la división de la sociedad catalana, pero en cambio el concierto económico sí es uno de sus ejes programáticos.
Antes de decidir su voto en la sesión de investidura, el PPC "escuchará" el discurso de Mas y valorará si su contenido se ajusta a las exigencias de los populares: "Es importante que gobierne para todos los catalanes, no sólo para los que le han votado".
Sánchez-Camacho ha prometido además al presidente de CiU una "oposición real, constructiva pero también firme, en defensa de la Cataluña constitucional, que también se siente española".
De entrada, Sánchez-Camacho prepara ya la sesión constitutiva del parlamento catalán, donde se decide cómo se reparten los siete puestos de la Mesa del Parlament, y el posterior debate de investidura, y ha designado como negociadores al secretario general del PPC, Jordi Cornet, y a la portavoz en funciones del PPC en el Parlament, Dolors Montserrat.