Otegi: soy "culpable" de buscar una estrategia "sólo pacífica y democrática"

  • La Audiencia Nacional juzga a Otegi y otros 7 acusados de reconstruir Batasuna
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El exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi ha dicho hoy que la vuelta de ETA a la violencia sería "un suicidio político" para la izquierda abertzale, ya que el proyecto de acumulación de fuerzas en un "polo soberanista" -como el que ha dado lugar a Bildu- quedaría "quemado".

"ETA piensa que la acumulación de fuerzas es posible manteniendo la lucha armada y nosotros no", ha declarado Otegi en la Audiencia Nacional para explicar por qué su postura -y la de los siete acusados en el juicio que hoy ha comenzado en este tribunal- es "diametralmente opuesta" a la de la banda terrorista.

La Fiscalía sostiene que Otegi y el resto de los procesados integraban una "comisión permanente" -Bateragune- encargada de adaptar la estrategia de la izquierda abertzale al momento actual, pero por encargo y siempre bajo la dirección de ETA.

El exportavoz de Batasuna, sin embargo, sostiene que el grupo que formaba con los otros acusados -al que se ha referido irónicamente en varias ocasiones como "el grupo Otegi"- estaba "fuera del diseño de ETA" porque lo que planteaban era precisamente un cambio de estrategia que suponía dejar de lado de forma "irreversible" el uso de la violencia.

"No es posible una acumulación de fuerzas suficientes para alcanzar nuestros objetivos si se mantiene la lucha armada. No porque sea un capricho nuestro, sino porque las fuerzas sociales y políticas que tienen que sumarse (al proyecto) dicen que no", ha afirmado.

Por eso, ha añadido, no valen estrategias "de treguas parciales", ya que una vuelta a la violencia "quemaría" el proyecto y supondría "un suicidio".

"¿Alguien se imagina que nosotros construyéramos ese bloque en las elecciones autonómicas y ETA plantee una tregua durante la campaña electoral? Supongamos que sucede y tenemos buenos resultados y al día siguiente ETA da por terminada su tregua: Nosotros nos suicidamos, la gente se sentiría absolutamente frustrada ¿Cómo le metemos a nuestro pueblo en semejante embarcada?", ha dicho Otegi.

El dirigente abertzale ha explicado que tomó la decisión de romper con la estrategia anterior a raíz del atentado contra la T-4 de Barajas y que desde entonces su único objetivo fue convencer a la izquierda abertzale de adoptar otra que usara vías exclusivamente políticas.

"Si eso es delito, yo soy culpable y nosotros somos culpables. Si eso no es delito, soy inocente y los demás también", ha dicho.

Tras admitir que en el pasado justificó y le pareció "entendible" la lucha armada, ha dicho que llegó un momento -el atentado de la T-4- en el que entendió que ya no era posible "contextualizar" la violencia en la existencia de un conflicto.

"La utilización de la violencia, lejos de solucionar los problemas, los enquista y los hace todavía más difíciles", ha insistido.

Ahora, ha añadido, es la izquierda abertzale la que apuesta decididamente por el fin de la violencia frente a la postura del Estado y de otras fuerzas políticas.

"Los sectores que no tienen argumentos políticos necesitan desesperadamente que la violencia se haga presente. Nosotros, que sí tenemos argumentos, necesitamos que desaparezca irreversiblemente de nuestro país", ha añadido Otegi.

Por su parte, el exsecretario general de LAB Rafael Díez Usabiaga ha asegurado que su objetivo y el de los otros siete acusados de intentar reconstituir Batasuna a través de Bateragune era "abrir el melón" del debate sobre el fin de la violencia en el seno de la izquierda abertzale. Díez Usabiaga ha asegurado que él y el resto de los acusados decidieron desarrollar ese debate "de forma autónoma" y "sin tutelaje alguno" -en referencia a la banda terrorista ETA- y ha negado pertenecer a Bateragune o haber participado en reuniones de este órgano, que ha descrito como una estructura interna de Ekin.

El procesado se ha mostrado orgulloso de haber contribuido a abrir una nueva fase para lograr, "de manera irreversible", un futuro de paz y soluciones después del "gran debate histórico" que ha tenido lugar en el seno de la izquierda abertzale "sin ningún tipo de tutelaje" de ETA sobre el fin de la violencia.