Mariano Rajoy y su familia tienen previsto mudarse al Palacio de La Moncloa después de las vacaciones navideñas y, para entonces, el matrimonio Zapatero-Espinosa y sus hijas ya hará algunos días que habrán abandonado la residencia en la que han vivido durante casi ocho años.
La idea inicial del todavía presidente del Gobierno era trasladarse con su esposa y sus hijas, Alba y Laura, a León, donde residieron hasta el año 2000, cuando José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido secretario general del PSOE.
Pero el aún jefe del Ejecutivo en funciones no ha querido imponer su voluntad a la de sus dos hijas, que cursan sus estudios en Madrid, no deseaban abandonar a sus amigos y apostaron por permanecer todos juntos en la capital.
"Se lo debía", ha comentado a su entorno al recordar que su familia le ha acompañado a él en sus obligaciones como jefe del Ejecutivo y que sus dos hijas han pasado parte de su niñez y su adolescencia en el particular entorno de La Moncloa.
La decisión de consenso fue adoptada a última hora, y en poco tiempo han encontrado una casa de alquiler en Somosaguas, a las afueras de Madrid.
Ante las críticas por haber elegido una zona residencial en la que se ubican numerosas viviendas de lujo, Zapatero explicó esta semana en una entrevista que, como expresidente, fue necesario buscar un entorno que garantizara seguridad y tranquilidad a la familia.
Las noticias vuelan y pronto comenzó a circular en Internet información sobre la vivienda alquilada, con detalles tan curiosos como que en ella se rodó parte de la película de Santiago Segura "Torrente 4".
Al parecer, no está lejos el rumor de la realidad, ya que, según explicó el propio Zapatero, la vivienda unifamiliar alquilada funcionaba antes como casa de invitados de una mansión principal, que sí fue escenario de la película.
Aunque en un principio Mariano Rajoy y su mujer, Viri Fernández, habían dejado intuir que su deseo era continuar con sus dos hijos en su casa de Aravaca, a las afueras de Madrid, y no trasladarse al Palacio de La Moncloa, no hay ya duda de que se mudarán a la residencia presidencial por motivos de seguridad.
Los sucesivos inquilinos de la zona residencial del Palacio han ido dejando huella en su estructura y decoración, y Rajoy y Fernández tendrán que decidir si son de su agrado las últimas reformas realizadas.
En buena parte, son elección de la mujer de Zapatero, Sonsoles Espinosa, que quiso imprimir un tono más moderno y funcional al clasicismo que imperaba cuando ella llegó.
Tanto Mariano Rajoy como Elvira Fernández no tienen intención de que la vida de sus hijos cambie más de lo estrictamente necesario.
Aunque la compañía de escoltas se hará casi una constante en la vida diaria de la familia Rajoy-Fernández, los hijos de ambos, Mariano y Juan, seguirán asistiendo al mismo colegio al que van ahora y haciendo casi las mismas actividades, como los habituales partidos de fútbol del mayor los domingos por la mañana.
Fuentes del PP próximas a la familia reconocen a Efe que en Elvira sí existe cierta preocupación por cómo el cambio de vida en La Moncloa puede afectar a sus hijos.
Añaden que Mariano, el primogénito, tiene muy asumido que su padre es el presidente del Gobierno, pero esa sensación no es igual en Juan, el pequeño.
De hecho, el mayor, que ha pasado hace poco los diez años, estuvo un rato con su madre viendo el debate televisado de Rajoy con Alfredo Pérez Rubalcaba de la campaña electoral, y tal y como su padre dijo días después en conversación informal con los periodistas parece que vivió con emoción los primeros compases del duelo.
Salvo, quizá, su extrañeza inicial por no encontrarse como contrincante de su padre a José Luis Rodríguez Zapatero.
Antes de aterrizar en la residencia presidencia, la familia de Rajoy buscará la tranquilidad en tierras pontevedresas, rodeados de familia y de amigos.
El futuro jefe del Gobierno se unirá a ellos cuando su nuevo puesto se lo permita, si bien no parece que la estancia en su Pontevedra natal resulte muy larga.
Rajoy tomará posesión el próximo día 21, tendrá el primer Consejo de Ministros dos días más tarde, y tal y como está la situación económica y lo urgente de sus medidas, lo más seguro es que no parará de trabajar durante las fiestas.