Moody's rebaja la calificación de la deuda de Castilla la Mancha, Cataluña, Murcia y Valencia

La agencia de medición de riesgos Moody's rebajó este viernes la calificación de la deuda de Castilla La Mancha, Cataluña, Murcia y Valencia con perspectiva negativa, al tiempo que mantuvo la del País Vasco, Andalucía, Castilla y León, Extremadura, Galicia y Madrid, también con perspectiva negativa.

La agencia rebajó también la calificación del ayuntamiento de Barcelona y el Instituto Valenciano de Finanzas y mantuvo la del Consorcio de Transportes de Vizcaya. Así, Castilla la Mancha queda con una calificación de A2, Cataluña, con A3; Murcia, con A1, y Valencia, con A2.

En una nota, Moody's menciona que Castilla la Mancha, Cataluña, Murcia y Valencia se han desviado de los objetivos de control del déficit establecidos para 2010, y destaca las dificultades que tendrán para lograr su objetivo en 2011 y 2012. La rebaja, continúa la nota, refleja la debilidad mostrada en los últimos años para controlar el gasto, aunque reconoce que estas cuatro comunidades autónomas han comenzado a hacer esfuerzos para corregir las desviaciones.

No obstante, señala que no han logrado subir la recaudación fiscal en 2010, por lo que se han desviado del objetivo de déficit público marcado por el Gobierno central (2,4 %) y han comenzado a tener problemas de liquidez. Asimismo, Moody's indica que las elecciones autonómicas de mayo en Castilla La Mancha, Murcia y Valencia dificultarán la adopción de reformas estructurales, especialmente en la sanidad y la educación.

El informe explica que la perspectiva negativa aplicada a estas cuatro comunidades refleja también las débiles perspectivas de crecimiento de la economía española y la contracción del mercado de crédito.

Por lo que respecta al País Vasco, que mantiene su calificación en Aa1, Moody's señala la elevada autonomía fiscal con la que opera el Gobierno regional gracias al concierto vasco, que le permite desarrollar una eficaz política fiscal y no depender tanto como otras regiones de las transferencias del Gobierno central.

También destaca los aceptables niveles de deuda del gobierno vasco y su probada capacidad presupuestaria, que se han deteriorado desde el comienzo de la crisis pero que Moody's considera que volverán a niveles aceptables en los próximos dos o tres años.

Además, las necesidades de financiación del País Vasco continuarán siendo asumibles. La perspectiva negativa, añade la nota, obedece a las lentas perspectivas de crecimiento a medio plazo del PIB en España, así como a las dificultades de acceso al mercado de crédito para el conjunto del país.