El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha admitido hoy que 2013 será "difícil" y de "ajustes", pero también deberá ser "el último año de recesión económica" porque "no hay más tiempo" para que continúe la actual destrucción de empleo y para seguir financiando "administraciones ineficientes".
En su defensa en el Congreso de los Diputados del techo de gasto con el que se elaborarán los presupuestos generales del Estado, y que ascenderá a 126.792 millones de euros, ha asegurado que la política económica presupuestaria en 2013 -cuando se prevé una caída del 0,5 % del PIB- será de "continuidad" con la corrección de la desviación del déficit.
El ministro ha asegurado: "No vamos a corregir el déficit para traer más recesión, sino para abrir la esperanza a la creación de empleo y de la correcta financiación de la economía española". Por ello, ha subrayado que el Gobierno quiere "acuerdos", ha tendido la mano a los grupos parlamentarios y les ha reclamado que sean "realistas".
A la portavoz socialista, Soraya Sáenz de Santamaría, le ha pedido que dejen de incitar a las movilizaciones, y le ha preguntado "cómo podemos asegurar la pensión de un mayor, de un dependiente o el pago de una prestación sanitaria si no tenemos suficientes ingresos tributarios".
Ha hecho además un llamamiento a las instituciones europeas, que a su juicio hoy por hoy tienen un "problema" de definición de sus funciones, para "hacer más verídico el proyecto" y no "contemplar acciones oportunistas". "No podemos tener instituciones europeas que no actúen como en Estados Unidos o en Japón, donde hay una moneda común", ha recalcado el ministro Montoro.
Ha afirmado asimismo que el "único objetivo" de los presupuestos es "acabar cuanto antes con la recesión", pero no a través de crecer "de cualquier manera", sino evitando crear los desequilibrios económicos que han llevado a la recesión.
Este año es el primero que el techo de gasto se establece como obligación además para todas las comunidades autónomas, que a partir de este trámite y el que tendrá lugar el jueves en el Senado, deberán fijar su presupuesto para 2013.
LA OPOSICIÓN DICE NO A LOS OBJETIVOS DE DÉFICIT Y AL TECHO DE GASTO PARA 2013
La oposición en bloque ha manifestado en el Congreso su oposición a los objetivos de déficit para el periodo 2012-2015 y al techo de gasto que ha planteado el Ejecutivo para el año que viene, ya que ambas cosas se traducen en medidas que retraen el crecimiento y no ayudan a superar la crisis.
En concreto, el portavoz de CiU, Josep Sánchez Llibre, ha asegurado que comparte los objetivos globales de déficit, aunque discrepa "radicalmente" de la distribución entre las diferentes administraciones públicas, ya que algunas comunidades como Cataluña se sienten "realmente incomprendidas". "Nos gustaría estar al lado del Gobierno, pero es totalmente imposible por estos criterios y actuaciones", ha dicho Sánchez Llibre, tras considerar que el Estado lo tendrá mucho más fácil para cumplir sus objetivos, mientras que para las comunidades será "casi imposible".
Por su parte, el portavoz de la Izquierda Plural, Alberto Garzón, se ha mostrado contrario a un techo de gasto "tan bajo" que se concretará en políticas "suicidas" centradas solo en la austeridad que desmantelarán "poco a poco" el estado del bienestar. Así, ha pedido al Gobierno que reflexione y que plantee un 'plan B' si su única idea es obedecer las órdenes que vienen de Bruselas porque la política que defiende no servirá para sacar al país de la crisis.
Desde UPyD, el diputado Alvaro Anchuelo ha adelantado que su grupo también en contra de los objetivos y del techo de gasto a pesar de ser partidario de la austeridad porque los números tienen que ser "creíbles" y porque no es lo mismo cortar "una rama superflua que contar el tronco entero". "Lo triste es que lo que hace el Gobierno es más una penitencia que una cura, un ejercicio de disciplina, obediencia y ortodoxia", ha lamentado.
Desde el PNV, el diputado Pedro Azpiazu también ha adelantado que votará en contra, y ha recordado al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que la situación es "realmente crítica" por lo que debe "evitar el desastre", buscar consensos y llegar a acuerdos con los agentes económicos y sociales y con los grupos políticos.
Por su parte, el diputado de Amaiur Rafael Larreina ha criticado al Gobierno por plantear medidas con costes que superan a los beneficios, ya que los recortes llevarán a más recortes en los ingresos y, por tanto, más dificultades para cumplir los objetivos de déficit. A su parecer, solo el modelo de la Europa social permitirá la salida de la crisis.
La diputada de ERC Teresa Jordá ha considerado las medidas del Gobierno "auténtica dinamita" para el modelo económico y le ha acusado de vivir obsesionado con la "creencia absurda" de que lo primero es el déficit. "Cambien el rumbo de su pesquero porque cada vez son más los ciudadanos que echan por la borda", ha dicho.
Desde el BNG, la diputada Olaia Fernández ha criticado al Gobierno por centrar todos los esfuerzos en las comunidades autónomas y no en el Estado, cuando las regiones son las que prestan la mayor parte de los servicios públicos a la ciudadanía, mientras que el diputado de CC-NC-PNC Pedro Quevedo ha calificado de "radicalmente equivocada" la política del Ejecutivo.
Joan Baldoví, de Compromís, también se ha opuesto a las cifras del Gobierno porque está haciendo de la estabilidad presupuestaria un "dogma de fe" y llevando al país a la ruina, mientras que el diputado de Foro Enrique Alvarez Sostres, también ha criticado la política del Gobierno y ha asegurado que tanto Rajoy como Rubalcaba son dos caras de una misma moneda sin cotización social.
Finalmente, la diputada de Geroabai, Uxue Barcos, ha manifestado también su rechazo y ha asegurado que el Gobierno se parece cada vez más a la orquesta del Titanic porque ni ellos mismos están convencidos de que lo que traen el Congreso.
El diputado de UPN-PP, Carlos Salvador, ha sido el único en coger la mano ofrecida por el Gobierno al asegurar que el desastre del Ejecutivo será el desastre de todos, mientras que el PP ha vuelto a cargar contra el PSOE por animar a los ciudadanos a salir a la calle cuando el Gobierno pone en marcha medidas para tapar los "pufos" que ellos dejaron.