El primer secretario del PSC y ex presidente de la Generalitat, José Montilla, ha evidenciado que el "fracaso" de la cumbre anticrisis de este viernes ilustra que Mas que está llevando a Cataluña a la deriva.
"Cuando la oposición es más responsable que el Govern, es que navega sin rumbo", ha indicado Montilla, durante su intervención en el Consejo Nacional del PSC.
Montilla ha lamentado que Mas y su equipo estuvieran más pendientes de hacerse una foto que en resolver los problemas de Cataluña, y ha asegurado que todos los acuerdos que se saldaron de la reunión de este lunes eran políticas que ya se estaban impulsando en la legislatura anterior.
Ha resaltado que de no haber sido por el PSC, en la cumbre no se habría hablado ni de política industrial ni del mantenimiento de las políticas sociales, dos ámbitos de los que no se hacía ninguna referencia en el primer documento que hizo el Govern pese a su importancia estratégica, ha dicho.
Montilla ha indicado que de la cumbre sale una idea clara: que mientras que a Mas y a su equipo sólo les preocupan las "fotos" e improvisan constantemente, la oposición es responsable.
Ha recordado que, en la cumbre anticrisis de hace un año, Mas acudió con varias propuestas totalmente inasumibles, por lo que Montilla ha preguntado al líder convergente dónde están sus exigencias de entonces, como que la administración pagase a 60 días máximo a sus proveedores.
Por el contrario, el PSC ha optado por arrimar el hombro y tratar de alcanzar acuerdos con el Govern, pero les ha pedido que no confundan "poner el codo con ponerse de rodillas".
Por ello, Montilla ha asegurado que los suyos serán exigentes y fiscalizarán con lupa la acción del Govern para evitar que "desmantele" el estado social y además, consiga su objetivo de esconderlo hasta después de las elecciones municipales.
"No seremos ni comparsas ni cómplices" de los recortes, ha dicho Montilla, quien ha lamentado que el Govern trate de salir de la crisis haciéndolo pagar a los más débiles --trabajadores, emprendedores y pequeñas empresas-- y esconderse de estos objetivos al mismo tiempo.
Según Montilla, la cumbre ha sido una oportunidad perdida, y además de ilustrar el desconcierto del Govern, prueba que Mas no ha logrado el objetivo de gobernar desde la excelencia, como se comprometió en su investidura.