Miles de personas han salido a la calle este sábado en Madrid en la primera manifestación estatal para protestar contra las medidas de ajuste presupuestario en el sistema educativo público aplicadas en varias comunidades autónomas, en lo que esperan sirva para "dar un toque de atención" a los gobiernos regionales y central.
La marcha ha estado encabezada por los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez. La manifestación ha partido desde la Glorieta de Atocha y concluía en la plaza Jacinto Benavente bajo el lema: 'Contra los recortes. En defensa de la educación pública'.
Al ritmo de tambores y en un ambiente festivo entonando varias canciones, los manifestantes con una amplía presencia de camisetas verdes se han dirigido a su destino portando pancartas de protestas contra los recortes.
Entre las pancartas de asistentes se podían leer reivindicaciones como: "Escuelas clasistas dividen", "Privatizan para endoctrinar" o "El dinero público, a escuela pública", entre otros.
Algunos manifestantes han empezado a gritar cánticos exigiendo la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
"Los gobiernos deberían tomar buena nota de esta protesta", ha advertido Toxo antes de iniciar la marcha, al tiempo que ha expresado su temor a que los recortes iniciados en algunas regiones pueden provocar un "serio retroceso" en el sistema educativo. "Esta política se desentiende de las personas y buscan sólo atender los intereses financieros", ha agregado Méndez.
El coordinador federal de IU, Cayo Lara, también en la cabecera de la manifestación, ha reclamado que el derecho a la educación no se convierta en un "negocio para unos cuantos", por lo que ha instado a destinar "más recursos" al sistema educativo.
Por su parte, el presidente del sindicato independiente de profesores ANPE, Nicolás Fernández, ha querido aclarar que este "toque de atención" no va contra una administración "en concreto", y ha aconsejado al Gobierno que salga del 20N que considere la educación como un "pilar básico" que hay que preservar pese a la crisis.