Miles de personas se han agolpado en las calles del centro histórico de Toledo, bajo un sol de justicia, para seguir la procesión del Corpus Christi, una fiesta Declarada de Interés Turístico Internacional, que comenzó con el disparo, a las ocho de la mañana, de las bombas reales.
Aparte de en la Custodia de Arfe, verdadera protagonista de la jornada, las miradas estaban puestas en la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, que, tras tomar ayer posesión de su cargo, se ha convertido en la primera mujer presidenta que desfila en la procesión.
Y lo ha hecho custodiada por el presidente de las Cortes, Vicente Tirado, y por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco. Lo habitual suele ser que el presidente de la Junta desfile acompañado de algunos de sus consejeros, pero Cospedal ha decidido acompañarse de estas dos personas a falta de nombrar Gobierno.
No presentan armas, sino un himno
Toledanos, turistas y medios de comunicación también han estado pendientes de los 60 cadetes de la Academia de Infantería que esperaban a las puertas de la Catedral, y que finalmente no han presentado armas.
Estos han recibido a la Custodia en posición de firmes, como ya hicieran el año pasado, siguiendo lo establecido en el nuevo Reglamento de Honores Militares, que generó controversia entre algunos sectores de la población toledana, donde esta festividad tiene gran arraigo, al impedir que los caballeros cadetes, que participan en el desfile y saludan a la custodia cuando sale de la catedral, presentarán honores militares con armas.
En esta ocasión, solamente el jefe de formación sí ha levantado el sable a modo de saludo. Asimismo, a excepción de lo ocurrido en la festividad de 2010, en la presente jornada la Unidad de Música de la Academia Militar de Toledo ha recibido a la 'joya' de la festividad del Corpus Christi, la Custodía de Arfe, en su salida de la Catedral interpretando el himno nacional, que el año pasado protagonizó la banda municipal.
Ha sido sobre las 12.00 horas, después de que el arzobispo toledano, Braulio Rodríguez, oficiase la tradicional Misa Pontifical en rito mozárabe en la Catedral Primada, cuando el cortejo que acompaña a la Custodia ha emprendido su camino por las calles impregnadas por el aroma de tomillo, romero y cantueso y adornadas con tapices, mantones de manila, reposteros, flores, guirnaldas y cubiertas con los típicos toldos.
Así, la comitiva, tras llegar a los Cuatro Tiempos, se encaminó hacia la Plaza Mayor, Martín Gamero, Comercio y Plaza de Zocodover, donde el arzobispo, entre 'vivas al Santísimo Sacramento', ha asegurado que "la caridad y la opción preferencial por los pobres constituyen una de las actitudes fundamentales recomendadas a los cristianos en su vida social".
Tras la bendición bajo el Arco de la Sangre, la custodia de Arfe, emprendió de nuevo camino hacia el templo Primado, adonde ha llegado al filo de las dos de la tarde.
A modo de despedida, la Unidad de Música de la Academia Militar de Toledo ha vuelto a interpretar el himno nacional. En esta ocasión, de nuevo, sólo el jefe de formación sí ha levantado el sable a modo de saludo, todo ello en medio de salvas reales.
Poco después el arzobispo toledan, 'anfitrión' de esta tradicional festividad, ante la Puerta Llana de la catedral, ha despedido a buena parte de los participantes en el desfile procesional.
COSPEDAL ARROPADA, BARREDA AUSENTE
A buen seguro que Cospedal, en su primer acto como presidenta regional después de su toma de posesión este miércoles, se ha sentido 'arropada' por los fieles toledanos, y los numerosos habitantes de Castilla-La Mancha que, aprovechando que es fiesta regional, no se han querido perder este evento.
El que no ha participado este año en el desfile procesional, a pesar de haber podido hacerlo en calidad de diputado regional, ha sido José María Barreda, que ha asistido en Ciudad Real a la constitución de la nueva Diputación. José Bono, presidente del Congreso y expresidente regional, ha presenciado la procesión desde los balcones de la Delegación del Gobierno, en la céntrica Plaza de Zocodover.