El ministro de Cultura y Deporte, Màxim Huerta, ha asegurado tener "todas las obligaciones tributarias al corriente desde hace 10 años" y ha atribuido el problema con Hacienda a un cambio de criterio. Por ello ha descartado dimitir por entender que su condena por fraude fiscal no le plantea "ninguna deuda moral, ni conflicto", aunque ha admitido que no informó al presidente del Gobierno sobre la sentencia antes de su nombramiento.