Marruecos ha rechazado el intento de entrada a Melilla de un centenar de personas de origen subsahariano la madrugada de este lunes. Este es el segundo intento de entrada irregular que se frustra en menos de 24 horas después de repeler la madrugada del domingo otro de unos 200 inmigrantes, según han informado a Europa Press fuentes policiales.
Los agentes de la Gendarmería y de las Fuerza Auxiliares marroquíes vieron a los inmigrantes escondidos en una zanja cercana la doble valla que separa el reino alauí de la ciudad española, en una zona próxima al puesto fronterizo de Beni-Enzar, esperando el mejor momento para intentar el salto.
Los efectivos policiales pudieron así disuadir a unas cien personas, todos hombres, de que treparan por las dos alambradas de seis metros de altura cada una, dispersándose para regresar a la montaña cercana del Gurugú "en espera de un mejor momento" para intentar de nuevo acceder a la ciudad autónoma, han apuntado las citadas fuentes.
La Guardia Civil se encontraba preparada en el lado español por si tenía que intervenir pero finamente no fue necesario porque los inmigrantes no llegaron a tocar el alambre. Esta es la segunda intentona rechazada por Marruecos en menos de 24 horas, después de que unos 200 inmigrantes de origen subsahariano quisieran entrar en Melilla la madrugada del domingo.
Un fuerte dispositivo de las fuerzas de seguridad de Marruecos y España lograron evitar que pasaran a suelo español porque tampoco llegaron a tocar la alambrada, según informaron a Europa Press fuentes policiales.
FUERTE PRESION
Hace justo una semana y casi a la misma hora, el pasado domingo 9 de marzo a las 07.00 horas, se registró en ese mismo lugar --cerca del puesto fronterizo-- otro intento de entrada protagonizada por unos 700 inmigrantes subsaharianos, divididos en dos grupos de 500 y 200.
Como ocurrió este domingo, las fuerzas de seguridad de Marruecos y la Guardia Civil lograron repeler este intento de salto que tuvo lugar entre Beni-Enzar y Barrio Chino, aunque ninguno logró su objetivo de penetrar en la ciudad.
Sin embargo, a los pocos minutos de iniciarse la madrugada del lunes 10 de marzo y tras un nuevo intento protagonizado por unos 150 inmigrantes de origen subsahariano, 15 lograron pasar a suelo español. La intentona de entrada irregular se registró pasadas las 00.00 horas por la zona de Pinares de Rostrogordo y en su mayoría fue rechazada por las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes a uno y otro lado de la alambrada.
La presión migratoria sobre Melilla sigue siendo muy alta en estos primeros meses del año 2014.
En las fronteras de Marruecos con Mauritania y Argelia, se agolpan hasta 40 mil subsaharianos. Los servicios de informacion habrían detectado unos siete mil, avanzado desde Oujda, en la frontera argelina hacia el monte Gurugu. Según estas informaciones en los campamentos se ha instalado una disciplina casi militar para incrementar sus posibilidades de éxito.
Los subsaharianos envían patrullas para comprobar rapìdez respuesta de la guardia civil y gerdarmería real marroquí.
Las recientes intentonas habrían sido una toma de contacto para pulsar la solidez de la nueva malla antitrepa en los 21 kilometros del perimetro de Melilla, redes de acero situadas en el lado marroqui de la valla, tan tupidas que hacen imposible introducir los dedos de la mano para escalar
La guardia civil teme que ante cada medida disuasoria, los migrantes inventen nuevos metodos para entrar. Por eso Interior insta a la Unión Europea en regular las expulsiones en caliente. Marruecos exige no ser el único país que acepte la devolución. En definitiva, todos los subsaharianos vienen de sus vecinos del sur y viajan hacia el norte de Europa.