El lehendakari, Patxi López, ha afirmado que hay que "hacer posible la integración en el sistema democrático de los colectivos que, hasta la actualidad, han mantenido posiciones totalitarias cercanas a la violencia", aunque ha precisado que "son ellos los que tienen cambiar" porque "las exigencias democráticas nunca deben flaquear si no queremos equivocarnos".
López, en un encuentro con sus altos cargos celebrado en la Presidencia del Gobierno vasco para analizar los objetivos del Ejecutivo para 2011, se ha referido a la situación generada con el alto el fuego de ETA y el anuncio de Batasuna sobre la próxima presentación de una nueva marca electoral.
En su discurso, ha manifestado que "ETA ha empezado a asumir que su final es inevitable" y que no obtendrá réditos políticos por ello, algo que ha atribuido a la "firmeza y la unidad" de los partidos democráticos. No obstante, ha precisado que la banda "no ha anunciado su final definitivo, que es lo que esperamos y queremos todos".
En este sentido, ha agradecido "la firmeza mostrada por casi todos los partidos políticos de Euskadi y la exigencia de que ETA tiene que abandonar definitivamente su actividad terrorista y su pretensión de tutelar nuestro futuro".
En referencia a Batasuna, ha manifestado que "el mundo de la izquierda abertzale sabe ya que los límites democráticos no se pueden sobrepasar y que sólo hay un camino que recorrer para poder hacer política en este país".
EL FINAL DE ETA
"Espero que sea verdad y ojalá este colectivo siga dando pasos y rompa cuanto antes cualquier tipo de relación con la violencia terrorista, integrándose plenamente en el sistema democrático, acatando sus normas e instituciones", ha añadido. López ha indicado que "si esto ocurre, estaremos definitivamente en el final de esta macabra historia y la consecuencia del fin de ETA será mayor libertad para todos".
De todas formas, ha hecho un llamamiento a "tener las ideas claras" y a "mantener la firmeza y la unidad de los partidos democráticos", ya que este será "el medio más eficaz para determinar de forma definitiva con nuestra pesadilla".
Tras subrayar la necesidad de "seguir defendiendo nuestras instituciones y convicciones democráticas", ha afirmado que "debemos hacer posible la integración en el sistema democrático de los colectivos que hasta la actualidad han mantenido posiciones totalitarias cercanas a las violencia".
Sin embargo, el lehendakari ha matizado que para ello "no vamos a cambiar la democracia", puesto que son los citados sectores los que "tienen que cambiar y hacer lo que tienen que hacer". "Nosotros vamos a seguir defendiendo el Estado de Derecho, vamos a seguir combatiendo cualquier expresión de violencia. Y vamos a ser firmes en las exigencias democráticas, que nunca deben flaquear si no queremos equivocarnos".
CONVIVENCIA TRAS EL TERRORISMO
Al margen de todo ello, se ha comprometido a contribuir a la construcción de "un modelo político de convivencia que cree cohesión social y unidad entre todos", algo especialmente necesario después de "décadas de terrorismo que han producido fronteras que dificultan la convivencia"."
El presidente del Gobierno vasco ha indicado que en una sociedad "plural" como la vasca, en la que la ciudadanía tiene "identidades diferentes" es necesario "aprender a respetar las diferencias del otro reconociéndonos todos iguales en derechos".
En esta línea, ha asegurado que "tenemos que renunciar todos a que una mitad de la sociedad vasca venza a la otra mitad haciendo a todos dependientes de un único modelo identitario". El lehendakari ha destacado que "los vascos somos como somos y nada nos va a hacer cambiar", por lo que ha asegurado que "estamos condenados a entendernos".
López ha señalado que "pretender ganar esta batalla es mantener un enfrentamiento interminable entre la ciudadanía", por lo que ha asegurado que su gobierno "no quiere partir en dos a la sociedad vasca". Para ello, ha lanzado una propuesta de "unidad y concordia" basada en tres pilares.
AÑO INTERNACIONAL DE LA PAZ
El primero de ellos radica en "aceptar el sistema democrático y las instituciones de autogobierno como marcos reguladores de la convivencia". Además, ha planteado la conveniencia de "aceptar las diferentes identidades y garantizar su ejercicio sin distinción de opción identitaria". El tercer eje consiste en el reconocimiento de "la esencia plural de la sociedad vasca" y el fomento de la tolerancia y el respeto mutuo.
En este contexto, ha recordado que ya el pasado año propuso organizar en 2012 el Año Internacional de las Culturas, la Libertad y de la Paz, un proyecto por el que ha animado a trabajar a los miembros de su Gobierno en el año que queda por delante.
López ha mostrado su deseo de que dicha conmemoración sirva también como "llamada a la unidad y a la concordia ciudadana entre vascos". "Para eso hemos llegado al Gobierno. Para conseguir una Euskadi en paz y libertad. Una Euskadi para todos, hecha entre todos y no unos contra otros", ha añadido.
