La Policía desarticula en una red que estafaba en gasolineras con tarjetas de repostaje en Cataluña, Valencia y Tenerife
Los detenidos por estafa en gasolineras se hacían pasar por autónomos del sector del transporte y operaban a través de 'mulas'
REDACCIÓN
La Policía Nacional ha detenido a 26 personas y se han llevado a cabo 10 registros en domicilios de Valencia, Cataluña y Tenerife, donde se han incautado teléfonos, vehículos, tarjetas de crédito y documentación variada. Con esta operación ha conseguid desarticular una organización criminal que estafaba en gasolineras con tarjetas de repostaje.
Los detenidos se hacían pasar por autónomos del sector del transporte, captando a personas sin hogar o con necesidades económicas, poniendo a su nombre tarjetas de crédito con las que cometieron estafas en los repostajes por una suma superior a 250.000 euros.
Operaban en las áreas de servicio ofreciendo a conductores de vehículos pesados repostajes más económicos que debían pagar en metálico y que posteriormente los arrestados abonaban con el crédito de la tarjeta de repostaje.
La investigación se inició a mediados de 2021 cuando los agentes tuvieron conocimiento, a través de una empresa de créditos de repostaje, que se estaban llevando a cabo cargos que posteriormente no eran abonados.
Los investigadores, pudieron comprobar que los líderes de la organización habían creado una estructura piramidal por la que se hacían pasar por una asociación de autónomos dedicados al transporte. Para crear la asociación, captaban a personas en situación de vulnerabilidad o con escasos recursos económicos, a los que a cambio de una pequeña cantidad económica, situaban como autónomos y pedían a su nombre tarjetas de repostaje con línea de crédito.
🚩Desarticulada una organización criminal que estafaba en gasolineras con tarjetas de repostaje
26 detenidos y 10 registros
Captaban a personas sin hogar o con necesidades económicas para poner a su nombre tarjetas con las que estafaron 250.000€ pic.twitter.com/ezyI0p7RnA
Una vez conseguidas las tarjetas, captaban a conductores de vehículos pesados mientras repostaban principalmente en áreas de servicio de Cataluña, Comunidad Valenciana y Tenerife, y les ofrecían el combustible a un precio muy por debajo al de mercado, con la condición de que lo abonaran en efectivo.
De esta manera la red criminal, acumulaba el dinero en efectivo y a su vez procedía al pago del combustible haciendo uso de las mencionadas tarjetas de crédito. Estos cargos se iban acumulando hasta que las cuentas llegaban a bloquearse por el impago de las cuotas.