Internautas y oposición piden la dimisión de González Sinde

  • La ministra asegura que no dimitirá y buscará una ley satisfactoria para todos

La ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, ha afirmado que no tiene pensado dimitir, y ha asegurado que seguirán trabajando para buscar un modelo "satisfactorio para todos", con motivo del fracaso de la disposición segunda final de la Ley de Economía Sostenible, conocida como 'Ley Sinde', rechazada ayer en el Congreso.

Sinde ha declarado ante los medios que no ha pensado en la posibilidad de abandonar el Ministerio de Cultura y ha recalcado que hace su trabajo para un presidente de Gobierno que "tiene esa posibilidad de cesar y nombrar ministros cuando lo considere".

El vicecoordinador de Comunicación del PP, Esteban González Pons, sostiene que la ministra de Cultura, Angeles González Sinde, debería haber dimitido ya de su puesto, pero no por el hecho de que este martes fuera derrotada en el Congreso su propuesta para crear una comisión con capacidad para proponer el cierre de páginas web por vulneración de derechos de propiedad, sino por no haber logrado antes de esa votación un consenso entre los grupos para regular de forma equilibrada los derechos de propiedad.

La Asociación de Internautas ha felicitado a la ciudadanía por las protestas contra la Ley Sinde que finalmente fracasó en el Congreso, y sólo obtuvo el apoyo de los votos del PSOE.

Así, señala que "éste no ha sido un triunfo cualquiera, ha sido un triunfo de la democracia directa y de los ciudadanos que deciden no ser individuos pasivos sino que se implican a diario en los problemas que les afectan directamente, y que exigen que los políticos a los que elijen rindan cuentas de sus decisiones".

Igualmente, indica que se ha mostrado además que "la democracia y el Estado de Derecho no son gratis sino que deben ganarse día a día y minuto a minuto porque, si los ciudadanos no se ocupan de defender estas cosas, nadie lo hará por ellos".

Por otro lado, recuerda que "la voluntad de la ciudadanía ha terminado de imponerse a las presiones de lobbies, embajadas y gobiernos extranjeros sobre los representantes españoles". Además, apunta que "la sociedad española ha dicho alto y claro al Gobierno que no quiere la Ley Sinde".