Íñigo de Arteaga y de Alcázar, de 43 años, marqués de Távara, hijo del XIX duque del Infantado y hermano de la escritora Almudena de Arteaga, es una de las tres personas que han perdido la vida al estrellarse en la tarde de ayer una avioneta en el término municipal de San Pablo de Los Montes (Toledo). Según han informado a Efe fuentes cercanas al suceso, las otras dos víctimas son el empresario Gonzalo Lapique Alonso, de 45 años, y María África de la Calle del Cubillo, de 21 años, quienes, al parecer, se dirigían a un aeródromo particular situado en la provincia de Toledo después de asistir a una boda en Sevilla.
El subdelegado del Gobierno en Toledo, José Julián Gregorio, ha explicado a Efe que tanto la policía judicial como Aviación Civil están investigando las causas del siniestro.
Se da la circunstancia de que el piloto, Íñigo de Arteaga, era una persona "muy experimentada" en el manejo de este tipo de aeronaves, que al precipitarse contra el suelo registró un "pequeño incendio", han indicado fuentes próximas al suceso.
Debido a las condiciones orográficas del terreno, el rescate se prevé "muy dificultoso" y para evacuar a los fallecidos, que murieron en el acto, se ha requerido la ayuda de una unidad de la Guardia Civil de Montaña para trasladar a los cadáveres en helicóptero, que recogerá a los fallecidos ayudado de un patín, ya que no se puede posar en el terreno.
Pero, previamente, según ha dicho a Efe el oficial del Consorcio de Bomberos de Toledo, Pedro Antonio Ruiz, los cuerpos sin vida de los tres ocupantes de la avioneta están siendo trasladados de forma manual a una zona "más segura", situada a unos cien metros del lugar donde cayeron, para que desde ahí se haga el rescate en helicóptero.
La operación de evacuación, que se prevé "muy complicada", se ha iniciado a primera hora de la tarde y durará "tres o cuatro horas", según el subdelegado del Gobierno, quien ha indicado, asimismo, que en estas tareas de rescate están participando también los bomberos del Consorcio, dependientes de la Diputación, y efectivos del Servicio de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona).
Aunque inicialmente se pensó que las víctimas mortales eran dos, una inspección más minuciosa del terreno, ya entrada la noche, reveló que eran tres.
Por su parte, fuentes del ministerio de Fomento han indicado que por el momento se desconocen las causas de este accidente que trata de esclarecer la Comisión de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil, dependiente del citado departamento.