La Guardia Civil ha detenido a dos trabajadores del Puerto de Barcelona por su presunta implicación en la entrada de 625 kilos de cocaína ocultos en un contenedor, en la mayor incautación de esta droga efectuada hasta ahora en el muelle de la capital catalana. Según han explicado en rueda de prensa responsables de este golpe contra el tráfico de cocaína por vía marítima, los 625 kilos de droga viajaban ocultos en contenedores que transportaban legalmente café en un barco que fue fletado en la República Dominicana, aunque la droga fue introducida en una escala en Brasil.
Una vez en el Puerto de Barcelona, los investigadores sometieron a estricta vigilancia el buque que transportaba la droga y detuvieron a dos trabajadores del puerto cuando se disponían a abrir los contenedores para extraer la cocaína y a sellarlos posteriormente con precintos falsos. La Guardia Civil mantiene abierta la investigación sobre esta entrada de droga para dar con los apoyos que la banda de narcotraficantes tiene en Cataluña, dado que en este tipo de operaciones se precisan cómplices tanto en el puerto de salida de la droga como en el de destino, ha explicado el teniente Jacinto Tarín, jefe adjunto de la compañía fiscal del Puerto de Barcelona.
Concretamente, la cocaína viajaba oculta en el interior de 16 bolsas de deporte envueltas en filme transparente, cada una de las cuales alojaba entre 34 o 35 pastillas de algo más de un kilo cada una, y camufladas entre los sacos de café. La droga fue introducida mediante el procedimiento del "gancho perdido", que consiste en camuflar los estupefacientes en contenedores que transportan mercancía legal, en los que los narcos se encargan de introducir el alijo en el puerto de origen y de sellarlos después con precintos falsos.
En este caso, la cocaína incautada, que viajaba en un buque que zarpó de la República Dominicana a finales del pasado mes de septiembre, estaba oculta en un contenedor que llevaba café para una empresa del sector con sede en Madrid, completamente ajena al transporte de la droga. La Guardia Civil ha detectado últimamente un incremento del tráfico de cocaína mediante el procedimiento del "gancho perdido" en el puerto de Barcelona, frente a otras épocas en que la mayor parte de la droga era importada en buques de mercancías fletados a nombre de empresas "tapadera" controladas por los narcos. Según los investigadores, el destino de la droga incautada era con toda probabilidad el mercado español, donde habría alcanzado el doble de valor dada su extrema pureza.
La investigación se centrará ahora en averiguar las conexiones de los dos detenidos, operarios que llevaban años trabajando en el Puerto de Barcelona y que ya han ingresado en prisión preventiva por orden del juez instructor. Este golpe contra la introducción de cocaína en el puerto ha sido impulsado desde la Unidad de Análisis de Riesgo (UAR) de la Guardia Civil, que diariamente analiza entre 7.000 u 8.000 contenedores en busca de indicios que los hagan sospechosos de transportar droga.
Los buques que suelen ser objeto de una mayor atención por parte de los investigadores son los que proceden de las denominadas "rutas calientes", itinerarios marítimos que tienen su origen en países productores de droga. En lo que va de año, la Guardia Civil ha incautado en el Puerto de Barcelona una tonelada de cocaína y cerca de 2.000 kilos de hachís, en distintas operaciones.