El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha pedido una reforma laboral que asegure el poder adquisitivo de los salarios y refuerce los derechos sociales de los trabajadores, algo que no sólo sería "una cuestión de justicia social", sino también de "eficiencia económica".
En declaraciones realizadas antes del inicio de la manifestación por las condiciones laborales de los trabajadores de contact center, Iglesias ha asegurado que un nuevo marco laboral como el que plantea aumentaría la capacidad de consumo de los sectores populares, algo fundamental para que la economía funcione.
Asimismo, ha apostado por derogar las dos últimas reformas laborales, la del PP y la del PSOE, ya que "ambas merecieron sendas huelgas generales" porque, a su juicio, contribuyeron a aumentar la precariedad de los trabajadores, lo que provocó "un enorme sufrimiento" y fue "inútil".
"Es fundamental entender que no hablamos solamente de Justicia social, hablamos también de Justicia economía", ha dicho Iglesias.
Por su parte, el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, ha advertido que de que el PP anunció que iba a continuar con los recortes "lo que quiere decir que la calidad de la sanidad, pensiones, educación y derechos de los trabajadores empeoran".
"Estamos seguros de que el PP va a seguir recortando sobre la mayoría de la población, protegiendo a una minoría que ha visto la crisis como una oportunidad para enriquecerse", ha dicho Garzón.
UN 70% DE LOS TRABAJADORES DE CONTACT CENTER SECUNDAN LA HUELGA EN EL SECTOR, SEGÚN LOS SINDICATOS
Alrededor de un 70% de los trabajadores de los centros de atención al cliente han secundado la jornada de huelga de 24 horas que han convocado este lunes los sindicatos para reclamar un convenio digno, cuya negociación sigue atascada desde hace más de 22 meses. Los sindicatos CCOO, UGT, CGT y CiG habían convocado una nueva huelga en el sector del contact center este 28 de noviembre, tras la llevada a cabo el pasado 6 de octubre, para protestar por los recortes de derechos sociales y laborales que, según ellos, quiere aplicar la patronal del sector, con la que se han reunido sin éxito en la últimas semanas y quien incluso ha cancelado alguno de los encuentros previstos.
En el marco de la jornada de huelga se han celebrado manifestaciones en ciudades como Madrid, Sevilla, Barcelona, Valladolid, Valencia o Zaragoza, en las que han recibido el apoyo de líderes de Unidos Podemos como Pablo Iglesias, Iñigo Errejón o Alberto Garzón, quienes han acudido a la concentración convocada en Madrid.
Asimismo, la huelga y las manifestaciones se han completado con una campaña de saturación de algunas líneas telefónicas de servicios de atención al cliente prestado para empresas como Banco Santander, Telefónica y Vodafone. "El éxito ha sido rotundo incluso antes de que se lanzara la campaña en redes sociales con el hashtag #SaturaTelemarketing, ya que se han visto colapsadas las líneas desde casi primera hora de la mañana", aseguran desde CGT.
Desde Comisiones Obreras denuncian que la patronal sigue manteniendo sus posiciones "alargando premeditadamente la negociación", lo que conllevará que las plantillas no obtengan subidas salariales o que los contratos sigan siendo de obra y servicios. Además, inciden en que esto hace que las jornadas parciales sigan siendo las más habituales y que las plantillas sigan sufriendo turnos donde se trabajan hasta once días seguidos, además de que cada vez haya más subcontratación a través de ETT o empresas multiservicios.
SIETE HUELGAS MAS EN DICIEMBRE
Tras esta nueva jornada de huelga de 24 horas, los sindicatos han convocado otras siete en el mes de diciembre, en concreto los días 5, 6, 7, 8, 9, 10 y 11, haciéndola coincidir con la semana del macro puente con el objetivo de visualizar la importancia que tiene este sector para la economía española.
Los sindicatos han criticado el absoluto bloqueo a las propuestas de la parte social en la negociación del VI Convenio de Contact Center por parte de la Asociación de Contact Center Española, que debe sustituir al que está vigente en ultraactividad y que mantiene los sueldos congelados desde el 1 de enero de 2014.
Las formaciones sindicales reivindican avances salariales, la reducción de las miles de jornadas parciales no deseadas que existen y el aumento del número de indefinidos desde el inicio de la negociación, entre otros asuntos, y denuncian que la patronal quiere eliminar derechos ya adquiridos en anteriores convenios colectivos.