Cuatro meses después de que el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, y el líder del PSC, Miquel Iceta, dejaran en manos de una comisión bilateral resolver sus discrepancias políticas y orgánicas, ambos han celebrado hoy el acuerdo que sella su paz y refuerza su compromiso de diálogo.
Si tras su reunión del pasado noviembre los dos comparecieron por separado en Ferraz -en plena crisis por la decisión de los catalanes de votar contra la investidura de Rajoy, desobedeciendo el mandato de abstenerse que tenían del Comité Federal-, hoy lo han hecho juntos y arropados por los artífices del acuerdo, en un clima que ya no es de tensión, sino de unidad.
"Venimos a celebrar", ha subrayado Iceta, tras estampar su firma junto a la de Fernández en el documento de seis paginas que complementa, a partir de ahora, el "protocolo de unidad" que regula las relaciones de los dos partidos desde 1978 y que lo va a seguir haciendo, porque sigue "vigente", según se ha encargado de destacar el líder del PSC.
"Podemos cambiar las habitaciones y pintar la casa, pero esos son los fundamentos", ha sentenciado Iceta, que ha sostenido además que con este acuerdo el PSC no solo "no ha perdido soberanía", sino que ha "ganado peso político".
El documento, titulado "para un fortalecimiento de las relaciones PSOE-PSC" obliga a ambas organizaciones a "compartir más", a "estar más el uno con el otro, ha dicho Iceta, que ha rechazado también la idea de tutela aplicada al consenso que deberá regir a partir de ahora en los acuerdos de gobernabilidad, coaliciones o alianzas electorales que haga el PSC en Cataluña.
"No es tutela, es compañía y fortalecimiento", ha explicado el político catalán, para quien el objetivo es conseguir "más PSOE en Cataluña y más PSC en España", aunque "los pactos en Cataluña se van a decidir en Cataluña, eso no va a cambiar", ha avisado.
Otra cosa es, según Iceta, que el PSC haya "decidido, gracias a la voluntad del PSOE, poner en común sus alianzas y consensuarlas" y que, a partir de ahora, los catalanes no vayan a "establecer ningún acuerdo sin antes hablarlo con el PSOE".
"Quiero una mejor relación no solo en el sentido de entendimiento, sino de más compromiso y presencia", ha reclamado, convencido de que la relación entre Cataluña y el resto de España requiere del puente PSOE-PSC y de un PSOE "muy presente, activo y propositivo en cuanto a la crisis de Estado".
También Fernández ha hablado de "satisfacción" por el acuerdo y del "éxito" que ha supuesto la unidad entre estos dos partidos para ellos y también "para España y Cataluña" durante la etapa democrática española.
A su juicio, con el documento que han pactado "ahora están las cosas un poco menos interpretables", aunque "siempre existirán discusiones y aspectos controvertidos".
Para arbitrar esas discrepancias, el acuerdo establece la creación de una "comisión de coordinación política", que integrarán los líderes del PSOE y el PSC, dos miembros de cada ejecutiva y otros dos del grupo parlamentario del Congreso, uno en representación de cada partido.
Fernández ha hecho hincapié en que el PSOE y el PSC lo comparten todo: "Modelo de sociedad, de Estado y de partido abierto, participativo y democrático", y en que con las nuevas reglas su relación puede ser "más ordenada y clara" y puede ser "más fácil llegar a consensos y gestionar los disensos".
La crisis abierta hace cinco meses con los socialistas catalanes por su decisión de votar contra la investidura de Rajoy alcanzó tal magnitud que en algunos sectores del PSOE se planteó la posibilidad de romper las relaciones que mantienen desde 1978.
Hoy Fernández e Iceta han asegurado que "nunca" vieron la ruptura, ni contemplaron la opción de que los militantes del PSC no pudieran votar en las primarias del PSOE.
Iceta también ha explicado que no está arrepentido de lo que votaron, pero sí "de no haber encontrado una solución consensuada". "Me hago responsable y mi único consuelo es que el PSOE vivía un momento muy difícil que no favoreció la relación entre los dos partidos".
El acuerdo establece que los afiliados del PSC que quieran participar en las primarias que se celebrarán en mayo para elegir al secretario general del PSOE deberán incorporarse a un censo "específico" que se creará para el 39 Congreso y que Iceta ha anunciado que va a cerrar "con rapidez" -a lo largo de esta semana, según fuentes del PSC-, para que "nadie pueda abusar".
"Me da igual ser la segunda federación que la cuarta. Queremos tranquilidad, transparencia y garantía de limpieza en el proceso", ha asegurado, ante una posible reducción del censo de unos 17.000 a unos 14.000 militantes, al aplicar el requisito del PSOE de estar al corriente de pago de las cuotas.
Con el acuerdo ratificado hoy, la cabeza de lista por Barcelona Meritxell Batet se volverá a incorporar en los próximos días a la dirección del grupo socialista del Congreso.