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El expreso de la base estadounidense de Guantánamo el marroquí Lahcen Ikassrien ha condenado hoy en un juicio en la Audiencia Nacional todo tipo de terrorismo de cualquier país o religión y ha negado que liderada una red de captación de yihadistas en la mezquita de la M-30 de Madrid.

La Audiencia Nacional ha iniciado hoy el juicio de nueve presuntos miembros de la Brigada Al Andalus, una célula yihadista radicada en Madrid desarticulada en 2014 y que recaudaba dinero en la mezquita de la M-30 para financiar sus actividades de adoctrinamiento y envío de mujahidines a Siria e Irak.

El fiscal pide 8 años de cárcel por integración en organización terrorista para ellos, aunque para el considerado "líder carismático" de la célula, Lahcen Ikassrien, solicita una pena más elevada (11 años y medio de prisión), al acusarle también de un delito de falsificación de documento oficial.

Lahcen Ikassrien ha asegurado que llegó a España en 1987 donde estuvo trabajando y que se fue en 1998 a Afganistán, donde tenía una carnicería, y que le apresaron tras un bombardeo de las tropas estadounidenses que le llevaron a Guantánamo donde estuvo cinco años sometido a torturas que le han dejado secuelas físicas y psicológicas.

Ha dicho que tras ser extraditado a España fue absuelto en 2006 por la Audiencia Nacional de tener relación con Al Qaeda y ha asegurado que desde entonces ha sufrido una persecución de la Policía española hasta que le detuvieron por este procedimiento, pero ha asegurado que en la mezquita de la M-30 no captaba a nadie sino que iba a rezar y que él no es un referente ideológico.