El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvo la propuesta del Ejecutivo para elevar la edad legal de jubilación desde los 65 a los 67 años de forma progresiva, en un plazo de 12 años, y reiteró su intención de ampliar el periodo de cálculo de las pensiones.
Durante el discurso inicial del Debate sobre el estado de la Nación, Zapatero también mencionó su apuesta por aumentar el periodo de carencia para tener derecho a una pensión y apostó por "medidas relevantes" para la sostenibilidad que afecten a las jubilaciones anticipadas y prejubilaciones.
Además de reafirmarse en la propuesta de reforma del sistema de pensiones que el Gobierno trasladó al Pacto de Toledo para poderla promover "cuanto antes", que fueron respondidas por los sindicatos con movilizaciones, el jefe del Ejecutivo defendió la reforma laboral, con la vista puesta en la huelga general del próximo 29 de septiembre.
Según dijo, entre los objetivos de la reforma laboral "no figura el debilitamiento de los sindicatos, sin ellos, la defensa de los intereses de los trabajadores quedaría definitivamente debilitada". "Tienen una posibilidad relevante de colaborar para que la reforma dé de sí todas sus potencialidades de cambio", añadió antes de reconocer que ésta "es mejorable".
Crecimiento en el segundo trimestre
El presidente del Gobierno aseguró que los indicadores de actividad de los últimos meses apuntan a que la economía española "previsiblemente" creció en el segundo trimestre del año, al tiempo que adelantó crecimientos intertrimestrales "positivos y neutros" en lo que queda de año y una tendencia apreciable a mejorar a partir del último trimestre, también para el empleo.
Así lo puso de manifiesto Zapatero que reconoció, sin embargo, que el crecimiento aún es "débil" y está sujeto al riesgo de los efectos que puedan conllevar, en la segunda mitad del año, los ajustes fiscales adicionales que se están llevando a cabo.
Según el jefe del Ejecutivo, los últimos datos económicos representan "signos adelantadores" que inducen al Gobierno a mantener sus previsiones para el conjunto del 2010, que apuntan a una caída del 0,3%, con crecimientos intertrimestrales neutros o positivos a lo largo del ejercicio.
El jefe del Ejecutivo ha hecho una primera defensa de las iniciativas adoptadas por el Gobierno ante la crisis y ha resaltado la dureza del último año a pesar de que se vive en los últimos días una "alegría colectiva", en referencia a la victoria de la selección española de fútbol en el Mundial de Sudáfrica.
Sindicatos y reforma laboral
Rodríguez Zapatero ha dicho que entre los objetivos de la reforma laboral "no figura el debilitamiento de los sindicatos. Que nadie lo espere". Para Zapatero, los sindicatos "siguen siendo la mejor representación de los trabajadores" y, sin ellos, la defensa de sus intereses quedaría "definitivamente debilitada".
Zapatero ha recordado que el Gobierno ha abordado la reforma del mercado de trabajo con la voluntad de que fuese el fruto del diálogo con sindicatos y organizaciones empresariales, pero ha constatado que "no ha sido posible". Por ello, ha subrayado, el Gobierno asumió su responsabilidad, "como previamente había anunciado" y convirtió sus propuestas en un decreto ley que actualmente se tramita en el Congreso y que espera concluya con el mayor consenso.
Al final de su discurso, el presidente del Gobierno ha recalcado que el esfuerzo colectivo que requiere la aplicación de las reformas económicas es "necesario", tiene "sentido", entre otras, para preservar el Estado del bienestar en cuatro "firmes" columnas: la educación y la sanidad públicas, las pensiones y la dependencia.
Igualmente, ha insistido en que es necesario para mantener la política de becas; asegurar la renta de emancipación y ampliar el derecho efectivo a una vivienda en condiciones asequibles; defender la conciliación de la vida familiar y laboral, aplicando y extendiendo el permiso de paternidad; y proseguir la mejora de las pensiones mínimas.