La reforma fiscal ha llegado también con polémica. La tributación del despido, impopular absolutamente, ha generado protestas en el seno del PP. El Gobierno ya estudia retirarla manteniendo sólo la tributación de los despidos en cantidades altas , superiores a los 100.000 euros. Dejará exentas de IRPF a la mayoría de las indemnizaciones y gravará a las que superen los 100.000 euros.