El Congreso ha rechazado este lunes las comparecencias de los ministros de Asuntos Exteriores e Interior, Miguel Ángel Moratinos y Alfredo Pérez Rubalcaba, respectivamente, en la Cámara Baja, para dar cuenta de los sucesos ocurridos en las últimas semanas en la frontera entre Melilla y Marruecos.
La petición de comparecencias, que habían solicitado los diputados del PP, IU, ICV, ERC y grupo mixto, ha sido rechazada por 29 votos en contra, 20 a favor y 3 abstenciones en el marco de la Diputación Permanente.
La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha iniciado su intervención relatando cómo la tensión en la frontera entre Marruecos y Melilla fue creciendo día a día y, pese a ello, la reacción del Gobierno ha sido la de estar ausente. "Ausencia del ministro de Asuntos Exteriores, silencio de la ministra de Igualdad y dejadez del titular de Interior" ha sido, según la portavoz del PP, la respuesta de un Ejecutivo que da igual que "esté o no de vacaciones".
Frente a estas críticas, el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso, ha insistido en que el Gobierno se hizo cargo de la situación desde el primer momento e hizo todas las gestiones diplomáticas precisas "con sensatez y responsabilidad, haciendo mucho y hablando poco".
SALGADO NO EXPLICARA SI SUBIRÁ LOS IMPUESTOS
Paralelamente, la Diputación Permanente del Congreso rechazó hoy por 29 votos en contra frente a 22 favorables la comparecencia extraordinaria de la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, ante la comisión correspondiente para que diera explicaciones sobre una posible subida de impuestos.
Los votos a favor del PP, ERC-IU-ICV y Grupo Mixto no fueron suficientes para fijar una comparecencia a la que se opusieron PNV, CiU y PSOE, que consideraron más productivo que Salgado comparezca cuando se inicie el periodo de sesiones para poder tener un debate más sosegado y con mayor información.
La diputada del PP Fátima Báñez defendió la necesidad de dicha comparecencia después de que el ministro de Fomento, José Blanco, haya llevado "la incertidumbre y la alarma" a los hogares españoles al dejar entrever en los últimos días la posibilidad de un incremento impositivo. Báñez dijo que el Gobierno debería "dejar de dar bandazos" en lo que a la política fiscal respecta y mostró su rechazo ante una eventual subida de impuestos que sería "un atraco en toda regla al bolsillo de los españoles".
El portavoz de ERC, Joan Ridao, aseguró que aumentar la presión fiscal sería una medida más de lo que calificó como "izquierda interruptus" y consideró que, aunque haya desmentido las declaraciones de Blanco la vicepresidenta segunda debería explicar en qué consiste el "pequeño ajuste fiscal" al que el Gobierno deja la puerta abierta.
El miércoles pasado, Salgado descartaba una subida de impuestos para el año que viene, si bien admitía que podría haber algún pequeño ajuste sin ánimo recaudatorio para favorecer la equidad fiscal.
Para el diputado del PNV Pedro María Azpiazu, "esta cuestión no da más de sí", razón por la que abogó por esperar a que comience el periodo de sesiones para que Salgado comparezca, ya que para entonces se dispondrá de más información y podrá haber un debate "de cierta altura".
De la misma manera el diputado de CiU Josep Sánchez Llibre dio por clarificado el debate en torno a una posible subida de impuestos y dijo que precipitar la comparecencia de Salgado podría generar desasosiego y desconfianza en la situación económica española. No obstante, el parlamentario catalán rechazó que las diferentes declaraciones de algunos ministros hayan provocado que el Gobierno parezca "un gallinero y una olla de grillos".
Por el contrario, el diputado del BNG Francisco Jorquera consideró imprescindible que el Gobierno clarifique qué propuestas piensa hacer en materia impositiva y lamentó que se hayan desaprovechado numerosas ocasiones -como el pacto de Zurbano o el plan de ajuste- para acometer una reforma fiscal que exija un mayor esfuerzo a las rentas más altas.
Por su parte, la diputada del PSOE Monserrat Colldeforns defendió que una vez que el Gobierno presente los presupuestos de 2011 será el momento adecuado para que la vicepresidenta económica acuda a la Comisión de Economía del Congreso.