El Gobierno valora la actitud que ha tenido Alfredo Pérez Rubalcaba como líder socialista en el debate sobre el futuro de Cataluña a pesar de las diferencias existentes con algunos de sus planteamientos y confía en que su sucesor actúe ante este asunto con "altura de miras" y con la responsabilidad que se espera.
El Ejecutivo sigue "con respeto" el proceso en el que se encuentra el PSOE para decidir quién será su nuevo secretario general, según han señalado fuentes del Gobierno que han subrayado que tienen la esperanza de que quien tome el mando en el principal partido de la oposición facilite el entendimiento en asuntos de Estado.
En esa línea, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la clausura ayer de la XXX reunión del Círculo de Economía de Sitges, aseguró que la relación entre el Ejecutivo y el PSOE en asuntos de Estado ha sido "razonable".
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Sanatamaría, en la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros del pasado viernes, señaló que al Ejecutivo le bastaría un líder socialista que tenga intención de dialogar y pactar con el Ejecutivo asuntos de especial trascendencia.
Y uno de ellos no cabe duda que es el de la apuesta soberanista de Cataluña, según las fuentes citadas, que consideran esencial que el nuevo máximo responsable del PSOE tenga muy claro lo que supone la apuesta que está impulsando el presidente de la Generalitat, Artur Mas.
El Gobierno recuerda que Rubalcaba ha mantenido una posición clara de rechazo a la secesión de Cataluña coincidente con la que vienen explicitando tanto Rajoy como el PP.
REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN
No ve con tan buenos ojos la reforma de la Constitución que ha estado planteando porque, tal y como ha señalado reiteradamente Rajoy, no está claro el objetivo que se pretende con ella.
Pero se trata de una diferencia "asumible y discutible", según el Gobierno, que da por hecho que quien releve a Rubalcaba va a seguir defendiendo esa modificación constitucional.
El Gobierno no entra en un análisis pormenorizado de la posición que puede mantener en esta cuestión cada uno de los nombres que se están barajando para hacerse con la Secretaría General del PSOE.
No obstante, ante la posibilidad de que el cargo sea ocupado por Susana Díaz -a la que están respaldando numerosos barones territoriales del partido- se recuerda que la presidenta andaluza ha dejado clara su posición al respecto y que va en línea con la que ha estado encabezando Rubalcaba.
Las fuentes citadas consideran que no tiene sentido ir más allá en ese análisis de la actitud de Díaz o de otros dirigentes socialistas que se barajan para asumir el liderazgo del PSOE como Eduardo Madina o Carme Chacón e insisten en que hay que respetar el proceso en el que está inmerso el PSOE y esperar.
En cualquier caso, confían en que no haya un cambio radical en el discurso socialista ante el desafío soberanista catalán "por convicción" y porque consideran que sería una posición que no se entendería en la mayoría del electorado del principal partido de la oposición.
Respecto a la posibilidad de que el PSOE insista en la idea expresada también en Sitges por Rubalcaba de que para buscar una solución al problema catalán es necesario un diálogo a tres bandas (socialistas, PP y CiU), el Gobierno reitera su disposición a hablar con todos pero recalcando la premisa que defiende Rajoy: hacerlo desde la legalidad.
Pero desde el Ejecutivo se insiste en no avanzar acontecimientos, esperar a que el PSOE culmine su proceso y comprobar las palabras y los hechos del nuevo secretario general socialista.