La aprobación de la reforma local, que el Gobierno tenía prevista para el Consejo de Ministros de este viernes, se ha aplazado con la intención de agotar las negociaciones que se están llevando a cabo en el seno de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), según han informado fuentes del PP. El Gobierno tenía la intención de dar el visto bueno a la nueva ley de racionalización y sostenibilidad de la administración municipal este viernes, con la que pretende clarificar las competencias locales y ahorrar unos 3.500 millones de euros al eliminar duplicidades.
Además, esta reforma local incluirá una serie de cambios para limitar el sueldo de los alcaldes y reducir el número de concejales a partir de las próximas elecciones.
Las citadas fuentes no han precisado si el Gobierno abordará en la reunión del Consejo del 1 de febrero la reforma de la administración municipal o en otros posteriores.
El Ejecutivo ha decidido posponer esta aprobación en aras de lograr acuerdos en las negociaciones que se están produciendo en el seno de la Federación Española de Municipios y Provincias, presidida por el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna.
El PP y el PSOE han estado negociando durante los últimos meses este cambio en los ayuntamientos, pero las conversaciones no han llegado a buen puerto por, entre otros asuntos, el papel que tendrán las diputaciones.
El Partido Popular abordó esta reforma en la reunión intermunicipal que celebró el pasado fin de semana en Almería.
En esta cita, el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, abogó por una "actitud constructiva" de las fuerzas políticas "en beneficio de todos" en la reforma de la administración local, y consideró que el PSOE ha cometido una "equivocación" al no querer apoyar este proyecto.
Los socialistas han mostrado su rechazo en las últimas semanas al texto que han negociado con el PP al entender que reforzar el papel de las diputaciones abre la puerta a la privatización de servicios municipales.