El Gobierno apuesta por culminar su "ambicioso proceso de reformas" en el último tramo de la legislatura, no solo con la puesta en marcha de medidas ya adoptadas, sino con otras nuevas, y considera "indispensable" llevar a cabo "sin interrupción" su programa para reducir el déficit.
En estos términos plantea el Ejecutivo su tarea para el último tramo de la legislatura en la comunicación que ha enviado al Congreso con motivo de la celebración del debate del estado de la nación, del 28 al 30 de junio, y en el cual anuncia que pedirá apoyo a los grupos y será "receptivo y abierto" a sus propuestas. Además de terminar el proceso de reformas, el Gobierno afirma que, junto a ello, "resulta también indispensable seguir ejecutando sin interrupción, al ritmo y de acuerdo con los compromisos asumidos, el programa de reducción del déficit público".
En el documento, fechado el viernes pasado, el Ejecutivo reconoce que el año transcurrido desde el último debate ha seguido marcado por la crisis económica, y aunque entiende que España está en el "tránsito de la recesión a la recuperación", admite que esta recuperación es "aún demasiado lenta" y no ha producido el "efecto deseable" en la reducción del paro.
Un problema, el del desempleo, que el Gobierno sigue viendo como su "principal preocupación" y por eso asegura que escuchará especialmente las aportaciones que para reducirlo hagan los grupos al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, en el debate de la semana que viene.
Recuerda asimismo que el contexto internacional, en particular el europeo, ha seguido "teñido por la incertidumbre" del mercado de las deudas soberanas, avivada con el rescate primero de Irlanda y después de Portugal y "con las dudas sobre la capacidad de Grecia de atender sus obligaciones financieras con el programa de ayudas aprobado".
LUCHA CONTRA LA CRISIS
El Ejecutivo insiste en que ha seguido volcado este último año en la lucha contra la crisis, con el triple objetivo de aplicar el "riguroso" programa de consolidación fiscal para reducir el déficit público, completar las reformas "modernizadoras" previstas para cambiar el modelo productivo y hacer todo ello "preservando la cohesión social".Además, explica que en esta última parte de la legislatura pretende culminar el proceso de reformas iniciado, y para ello, avisa, habrá "nuevas iniciativas" que no detalla, además de acabar el desarrollo reglamentario de las leyes ya vigentes.
El texto remitido a la Cámara Baja hace un repaso del último año que el Gobierno encabeza con la reducción del déficit lograda en 2010, mayor de la inicialmente comprometida, en la que asegura que fue "fundamental" el esfuerzo hecho por la Administración Central. Advierte asimismo de que para reducir el déficit público hasta el 6 por ciento del PIB -lo comprometido para este año- es necesario el "concurso activo de todas las administraciones" dada la descentralización del país.
Tras recordar la aprobación de la reforma laboral, el acuerdo con los agentes sociales que incluía la reforma de las pensiones aún en tramitación, o el proyecto de ley de la reforma de la negociación colectiva ya remitido también al Congreso, el Gobierno asegura que junto a las medidas económicas, en este último año también ha atendido "otras cuestiones relevantes para la convivencia".
Subraya en este apartado la estrategia de lucha contra el terrorismo y asegura que, "de acuerdo siempre con la Constitución y las leyes, y las decisiones de los tribunales en aplicación de ambas", permanece "fiel" a esta línea de actuación, para la que espera seguir teniendo el apoyo de la mayoría de las fuerzas políticas. Destaca también nuevas leyes remitidas a las Cortes como la de derechos y deberes de los miembros de las fuerzas armadas, o proyectos de ley como el de igualdad de trato, así como las relativas al ámbito de la justicia.