El Govern prohibirá la prostitución en las carreteras catalanes de titularidad propia y estatal a través de una modificación de la ley de carreteras de 2009 dentro de las leyes Òmnibus, que prevé aprobar antes de final de año.
Así lo ha revelado el conseller de Interior, Felip Puig, en una entrevista de Europa Press, y ha explicado que multarán a prostitutas y clientes que se apeen en la carretera valiéndose de una competencia que sí tiene la Generalitat: la seguridad vial.
"En estos momentos la ley de seguridad ciudadana y orden público es una Ley Orgánica, del 92, y por lo tanto nuestras capacidades para abordar según qué tipo de actuación sobre los derechos de las personas está limitada competencialmente", ha lamentado Puig.
Así, quiere aprovechar "el margen de maniobra" que les da la competencia sobre la seguridad vial para prohibir la prostitución de carretera, aludiendo que puede distraer a los conductores y provocar maniobras imprudentes.
"Se trata de preservar las condiciones para que no haya siniestros y aprovechar esta grieta para ver si somos capaces desde un punto de vista legislativo y ejecutivo de intervenir mejor y expulsar de nuestras carreteras la prostitución", ha indicado.
Una reforma en seguridad vial
El nuevo articulado de la ley, dentro del Proyecto de ley de simplificación y mejora de la regulación, contempla la "prohibición de la ocupación temporal de las zonas de dominio público, servidumbre y afectación para realizar usos relacionados con la prestación de servicios sexuales" al considerarlas incompatibles con la seguridad de la vía y su finalidad.
Además, considera responsables de las infracciones tanto a las personas que ofrecen la prestación como quienes la solicitan y aceptan.
De cara a septiembre, Puig quiere tener lista una modificación de los criterios de actuación policial, ya que serán los Mossos d'Esquadra de Tráfico los que se encargarán de perseguir a las meretrices apostadas en las carreteras.
El régimen sancionador dependerá del Servei Català de Trànsit (SCT), que velará por que la ley se cumpla en todas las carreteras catalanas.
En este sentido, el conseller ha explicado que además de este paso contra las presencia de esta actividad en las carreteras, quieren combatirla en el espacio público urbano homogeneizando ordenanzas municipales "para darles visión global" evitando que el fenómeno pase de una localidad a otra.
Finalmente, se propone actuar para regular la actividad de los prostíbulos y macroprostíbulos.
Puig ha negado que quiera legalizar la prostitución en sentido amplio, si no que apuesta por "comenzar a poner presión sobre este tipo de actividad en el espacio público y por lo tanto, iría por la vía de la regulación en las carreteras, el espacio público y los espacios privados".