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El IV Foro de la Alianza de las Civilizaciones comenzó hoy en Doha con la ausencia de sus principales impulsores y del propio anfitrión del encuentro, el emir de Catar, con la Primavera Árabe como telón de fondo y centrada en el diálogo como motor del desarrollo.

Pese a que los jefes de Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y Turquía, Recep Tayip Erdogan, no estaban presentes, más de 2.000 personas procedentes de 130 países estrenaron el lujoso Centro de Congresos de Catar con intensos debates sobre el papel del diálogo entre culturas y religiones como impulsor del desarrollo.

Las alusiones a las revoluciones que están sacudiendo el tablero geopolítico del mundo árabe fueron constantes, si bien en su mayoría no pasaron de menciones superficiales.

Especialmente aplaudido fue Erdogan, quien, en un vídeo grabado en Estambul por su ausencia debida a una reciente intervención quirúrgica, señaló que "hay naciones que están disparando contra su pueblo y que son intolerantes".

"No podremos encontrar nunca la paz con estos problemas", subrayó el primer ministro turco, que ha mostrado una activa oposición a la represión ejercida por el régimen sirio de Bachar al Asad contra los manifestantes que piden su renuncia.

Igualmente, el presidente de Alemania, Christian Wulff, destacó en la sesión inaugural que en cada día se ve "la violencia contra manifestantes pacíficos en todo el mundo" y expresó su solidaridad con ellos.

El propio secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, destacó que los valores preconizados por la Alianza de Civilizaciones, como el diálogo y el entendimiento, "están siendo puestos a prueba en lugares como Siria o el Norte de África".

Y, aprovechando que el foro de la Alianza se celebra por vez primera en el mundo árabe, el conflicto entre israelíes y palestinos volvió a atraer gran parte de las intervenciones.

El "leit motiv" de la cita de este año es el diálogo como motor del desarrollo, algo que se ha intentado incentivar esta vez con la presencia de organizaciones de la sociedad civil y juveniles.

El vicepresidente tercero del Gobierno español en funciones, Manuel Chaves, destacó que esta iniciativa, que impulsó España junto con Turquía en 2004 bajo el paraguas de la ONU, es una decidida apuesta por el multilateralismo, frente al unilateralismo, que, en su opinión, "ha pasado a la historia".

En declaraciones a Efe, Chaves señaló asimismo que los principales actores de la iniciativa le han mostrado su preocupación por la futura implicación del nuevo Gobierno español del Partido Popular en la Alianza, que celebrará su próxima cita en 2012 en Austria.

Precisamente el presidente de Austria, Heinz Fischer, quiso subrayar el papel del diálogo como "una herramienta importante", y para ello citó al filósofo austríaco Karl Raimund Popper: "Puedes tener razón y yo no, o puedo tener razón y tú no, pero juntos nos acercaremos a la verdad".

Sin embargo, hubo quien consideró que ahora mismo existen prioridades mayores que el puro diálogo.

El secretario general de la Unión para el Mediterráneo, el marroquí Yusef Amrani, dijo a Efe que "está bien dialogar, pero hoy no es la prioridad, porque tenemos un nuevo contexto en Europa, con la crisis financiera, y también en el sur del Mediterráneo, con nuevos actores y con transiciones democráticas".

Lo fundamental, según Amrani, es ahora "cómo responder a las aspiraciones de los jóvenes para crear empleos y regímenes democráticos".

Para ello, propuso trabajar en la creación de empresas, "porque es un medio de crear empleo y promover el crecimiento".