En la estricta intimidad y buscando la máxima discreción, pese a la expectación mediática, familiares, allegados y los amigos más cercanos han despedido este jueves al banquero Emilio Botín, fallecido el pasado miércoles de un infarto en su domicilio de Somosaguas (Madrid). Sus restos reposan ya, junto a los de su padre y su abuelo, en el panteón familiar de la finca de los Botín en Puente San Miguel (Cantabria), donde se ha celebrado esta tarde el entierro.