La Guardia Civil detuvo anoche a R.V.G, un cámara de televisión a quien la familia de la joven María José Arcos, de la que nada se sabe desde hace casi quince años, apuntaba desde el principio como principal sospechoso de su desaparición.
María José, que tenía 35 años, desapareció el 15 de agosto de 1996 sin dejar rastro alguno de su paradero. Su coche intacto apareció días más tarde frente al faro de Corrubedo, en el ayuntamiento coruñés de Ribeira y en su interior se hallaba su cartera con documentación, así como otras pertenencias personales, aunque no se halló huella alguna.
La hermana de María José, Rosa Arcos, confirmó la detención de R.V.G., lo que había sido solicitado por la familia de la desaparecida una vez que se reabrió el sumario del caso. Informó de que anoche conoció la detención de R.V.G. "Yo ya pedí que se le detuviese a los tres días de desaparecer mi hermana, después de mantener una entrevista personal con él", señaló Rosa, quien entonces había reclamado a la Policía que le tomase declaración.
La hermana de la desaparecida indicó que, desde el primer momento, el ahora detenido "se dedicó a contarnos mentiras y milongas", y a medida que se fueron encontrando indicios "y se le fue cambiando la coartada fue cambiando su versión y adaptándola a las nuevas cosas que se sabían".
Además, la familia considera que está "perfectamente acreditado" que su hermana le prestó dinero, lo que R.V.G siempre ha negado, dijo Rosa, que insistió en que ya al principio había indicios probados, pero en su día no se le detuvo porque no había aparecido el cuerpo de su hermana. "Quince años después ahora es posible", señaló Rosa María Arcos, que destacó que el expediente jurídico sobre la desaparición de su hermana se reabrió hace más de un año a instancias de un escrito de la fiscalía.
A partir de ahí, un juzgado de Ribeira ordenó un auto de apertura, con lo que se volvió a investigar. Hace unos seis meses, señaló, la misma jueza decretó el secreto de sumario, que se levantó el pasado lunes.