La Guardia Civil ha detenido en Madrid a un presunto miembro del Daesh que se había radicalizado a través de Internet y disponía de manuales para emplear armas y explosivos, con lo que estaba en disposición de cometer atentados.
Según informó hoy el Instituto Armado, el presunto yihadista, de nacionalidad argelina, fue arrestado este miércoles y el juzgado central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional dictó su ingreso prisión provisional.
La detección de este islamista se produjo en colaboración con Interpol, gracias a lo cual se tuvo conocimiento de que el investigado consumía a través de Internet propaganda yihadista de manera constante.
Contaba con manuales operativos diseñados por Daesh para la confección de artefactos y empleo de armas, al tiempo que había llegado a mostrar últimamente una gran identificación con la banda terrorista con la que se identificaba, así como mucho interés por armas y técnicas de lucha.
Asimismo, durante la investigación ha trascendido la relación del acusado con la falsificación de documentos de identidad de varios países, actividad que podría haber resultado clave para facilitar la gran movilidad internacional del detenido en los últimos años.
Las pesquisas permitieron comprobar que el arrestado había sido radicalizado gracias al aparato de propaganda del Daesh, que busca así atraerse a simpatizantes en todo el mundo para que cometan atentados en los países en los que residen.
La Guardia Civil destacó que “esta tipología de terrorismo supone a día de hoy uno de los mayores retos al que se enfrentan las Fuerzas de Seguridad, ante la gran dificultad de poder detectar de manera temprana procesos de radicalización que puedan derivar en un ataque terrorista en un corto espacio de tiempo”.
El Instituto Armado también recordó que desde la elevación al nivel 4 de alerta antiterrorista, algo que tuvo lugar el pasado 26 de junio de 2015, se han reforzado todos los dispositivos operativos y líneas de investigación relativas a la amenaza terrorista. Este proceso se ha visto intensificado desde el comienzo de la pandemia del Covid-19, ante la posibilidad de que Daesh u otra organización terrorista pudiera aprovechar el escenario sanitario como multiplicador de los efectos de un ataque.