La Policía Nacional ha detenido a siete miembros de una red de tráfico de drogas que recibía pasta base de cocaína desde Venezuela, la almacenaba en Portugal y, después, la trasladaba hasta un laboratorio de Fuensalida (Toledo), preparado para transformar químicamente hasta 500 kilos de cocaína al año.
Según ha informado la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, el laboratorio se encontraba oculto en un chamizo en el campo, rodeado de gallinas, caballos y pavos reales, y escondía en su interior tres kilos de cocaína, sustancias químicas para tratar la pasta de la droga, filtros, prensas, y material para envasar al vacío, además de un arma de fuego y abundante munición.
INFRAESTRUCTURA EN VENEZUELA
La organización contaba con una sólida infraestructura en Venezuela, de donde provenía la pasta de la coca, en Portugal, que almacenaba dicha pasta en muebles, y en España, que recibía la droga oculta en contenedores y que, además del laboratorio, contaba con varias fincas en la provincia de Toledo, alejadas de los núcleos urbanos, donde guardaban la droga para su posterior distribución.
El dueño de la finca donde se hallaba el laboratorio conocía las actividades ilícitas de la banda y participaba activamente en ellas -cobraba mil euros por el alquiler de un día-, por lo que es uno de los siete detenidos en la operación.
La Policía también ha arrestado al líder de la organización, de nacionalidad colombiana, su esposa, y otros cuatro sospechosos que trabajaban como químicos en el laboratorio, y que mantenían contacto continuo con los cabecillas colombianos, a los que informaban de las actividades desplegadas en España.
La investigación se inició en el mes de mayo, cuando los agentes de estupefacientes supieron que un ciudadano colombiano podría estar implicado en un delito contra la salud pública.
Posteriormente descubrieron que el sospechoso se estaba preparando para montar un laboratorio de procesamiento de cocaína, y que dicha sustancia se la proporcionaba la misma organización desde Venezuela.
Las gestiones posteriores permitieron a los agentes localizar el domicilio del líder colombiano y su esposa, así como otro inmueble en el que pretendían ocultar la cocaína ya convertida en estupefaciente para su distribución.
Tras varias averiguaciones, también hallaron una finca en la localidad toledana de Fuensalida, donde presumiblemente iba a estar asentado el laboratorio en el que se transformaría la pasta base de cocaína en estupefaciente.
Además, los investigadores descubrieron que la cúpula de la organización iba a reunirse en esta finca para procesar la droga, por lo que prepararon todo para entrar y detener a los principales implicados.
Con la ayuda del Grupo Especial de Operaciones (GEO), irrumpieron en la finca y consiguieron detener 'in fraganti' a cuatro sospechosos, que hacían las veces de químicos, entre los que se encontraban un hombre de confianza de la organización encargado de mantener informados a los cabecillas colombianos, y otro que acababa de regresar de Medellín (Colombia), donde viajó para recibir instrucciones de los responsables de la banda.
Simultáneamente, los agentes arrestaron al líder de la organización, a su esposa y al dueño de la finca.