Todo indica que será Valencia la ciudad que albergue la Final de la Copa del Rey, otro partido del Siglo para el que los aficionados del Real Madrid ya se preparan. Desde hace 21 años no se vivía una final entre los dos colosos del fútbol español.
El Barcelona, el equipo que más Copas del Rey tiene en sus vitrinas, afrontará la final de altos vuelos ante el Real Madrid del próximo 20 de abril con el objetivo de alzar su vigésimo sexto título copero.
El equipo azulgrana, junto al Athletic de Bilbao, ha sido históricamente un conjunto al que se le da bien esta competición, con la disputa por parte barcelonista de hasta 34 finales, hasta el momento.
El Barça ha levantado 25 veces la Copa, por 23 de los bilbaínos y 17 del Real Madrid, lo que sitúa al Barça como el club más laureado en el torneo del KO, un derecho que ha adquirido por su buen hacer en las finales. Esto es debido a que el Barça se ha mostrado particularmente efectivo en el último peldaño de la Copa, puesto que tan sólo ha caído en nueve de las 34 finales que ha jugado, mientras que el Real Madrid acumula hasta 19 subcampeonatos, en una competición que no gana desde 1993.
Además, el equipo catalán ha conquistado consecutivamente las tres últimas finales que ha disputado (ante el Athletic, en el 2009; Mallorca, en el 1998; y Betis, en el 1997), mientras que la entidad madrileña ha caído en las dos últimas (ante el Zaragoza, en 2004, y ante el Deportivo en 2002). Se tratará de la sexta final de Copa que disputen los dos clubes más grandes del fútbol español, con un balance favorable a los azulgrana, que se han impuesto en tres ocasiones, la última de ellas en 1990 en Valencia.
Aquella victoria (2-0, con goles de Amor y Salinas) permitió al entonces entrenador azulgrana Johan Cruyff sentar las bases de su larga y exitosa etapa en el banquillo del Barça, y fue la primera piedra de un cambio de dominador en el fútbol español. De la exitosa "Quinta del Buitre" se pasó a los años dorados del "Dream Team".
Ambos clubes se habían medido anteriormente en la final de Copa de 1983 en Zaragoza, con victoria para el Barça por 2-1. Anteriormente, en el 1974, el triunfo fue madridista por 4-0. En el 1968, finalizó con una victoria por la mínima de los culés (1-0), y la primera de las finales, en 1936, el Real Madrid ganó por 2-1.
En la presente temporada, el camino de los azulgrana hacia la final sólo peligró en octavos de final ante otro maestro copero, el Athletic de Bilbao, que consiguió someter el juego de los de Guardiola en el Camp Nou (0-0).
Sin embargo, en el partido de vuelta en San Mamés, el Barça hizo bueno el valor doble de los goles en campo contrario y se llevó la eliminatoria con un sorprendente gol de Abidal, que dejó sin consecuencias el postrero tanto del empate de Fernando Llorente (1-1).
En la ronda anterior, los de Pep Guardiola superaron el trámite del Ceuta (0-2 y 5-1, para un global de 7-1 en la eliminatoria), mientras que ante el Betis y el Almería, en cuartos de final y en semifinales, respectivamente, los azulgrana dejaron casi sentenciada la eliminatoria en la ida con sendos 5-0 en el Camp Nou.
Pese a que el Betis y el Almería eran a priori rivales inferiores al Barça, Guardiola no quiso arriesgar y apostó de inicio por jugar con toda su artillería, con la única excepción del portero Pinto, que es el guardameta de la Copa.
En los partidos de vuelta sí que se pudo ver a los menos habituales, algo que pasó factura en Sevilla (derrota por 3-1), pero no en Almería, donde jugadores como Afellay, Thiago o Adriano -los goleadores del encuentro- demostraron el fondo de armario de la plantilla culé.
La final del próximo 20 de abril, sin escenario designado todavía, si bien Valencia se presenta como una de las candidatas, servirá también para poner a prueba la condición de invicto de Pep Guardiola, que desde que inició su carrera como técnico del Barça ha ganado las 6 finales que ha disputado, además de los dos títulos de Liga.