Concluye la visita de Michelle y su hija a España

La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, y su hija pequeña, Sasha, han finalizado este domingo sus vacaciones en España, donde han permanecido cinco días en la Costa del Sol desde donde han volado esta mañana en dirección a Palma para almorzar en el Palacio de Marivent con los Reyes, Don Juan Carlos y Doña Sofía, y la Princesa, Doña Letizia, mientras que la Infanta Elena se ha sumado al café.

Así, la familia Obama ha abandonado la residencia estival de los Monarcas en la capital balear, bajo un gran despliegue de seguridad a las 14.11 horas, dado que estaba previsto que a las 14.30 horas despegara desde la base militar del Aeropuerto de Palma el avión que les llevará a Washington, donde se reencontrarán con el presidente de EEUU, Barack Obama.

De este modo, Michelle y Sasha ponen así fin a sus vacaciones estivales en España, adonde llegaron el pasado miércoles para permanecer cinco días en Málaga, donde se alojaron en el hotel Villa Padierna, un establecimiento de cinco estrellas gran lujo ubicado en la localidad malagueña de Benahavís y operado por la cadena Ritz Carlton.

Durante estos días, la familia Obama han visitado Marbella, Granada, Estepona y Ronda y, además de disfrutar de las playas de la Costa del Sol, han tenido tiempo incluso para bailar flamenco.

Así, desde el aeropuerto de Málaga, al que llegaron el pasado miércoles, junto a un grupo de amigos, se desplazaron por carretera al hotel Villa Padierna. Por la tarde pasearon por el casco antiguo del vecino municipio de Marbella, haciendo pequeñas compras y cenando en un restaurante de la plaza de la Iglesia.

Granada fue el destino del segundo día de la visita de las Obama. Una intensa jornada que incluyó la Catedral; la cueva La Rocío del emblemático barrio del Sacromonte, donde disfrutaron de un espectáculo flamenco de la mano del bailaor Juan Andrés Maya y su familia, y el conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife.

Después de esta jornada de turismo cultural, Michelle y Sasha Obama disfrutaron el viernes de su primer día de playa en la Costa del Sol; en concreto, fueron al club que el hotel Villa Padierna tiene en Costalita, en Estepona, a escasos kilómetros de donde se ubica el complejo hotelero. Por la tarde, la pequeña estuvo en el parque Selwo Aventura, también en esta localidad malagueña.

La ciudad de Ronda fue la elegida por la primera dama para pasar el sábado. La bicentenaria plaza de toros, el Tajo, la iglesia de Santa María la Mayor, la Casa de Don Bosco, la del Rey Moro o el Puente Nuevo fueron algunos de los monumentos más emblemáticos que visitaron. Al finalizar el recorrido, Michelle Obama se mostró tan satisfecha de la experiencia que dijo estar dispuesta a volver.

Finalmente, la mujer del presidente de Estados Unidos decidió para su última noche en la Costa del Sol cenar con unas amigas en el restaurante La Meridiana de Marbella.

SASHA, LA GRAN PROTAGONISTA EN PALMA

Durante su visita a Palma, la gran protagonista ha sido la hija pequeña del presidente estadounidense, al insistir a su llegada al Palacio de Marivent en querer salir en la foto oficial, llegando incluso a tirar del brazo del Rey Don Juan Carlos en el momento en que éste se disponía a acompañarla unos metros más allá para que se pudiera llevar a cabo la fotografía.

Sin ermbargo, tras insistir la niña, Michelle llamó a su hija, quien vestía un tutú amarillo y una camisa sin mangas color salmón, así como unas bailarinas doradas, y que se acercó a su madre para finalmente participar en el posado.

Fuentes de la Casa Real han informado de que en principio estaba previsto que la niña ni siquiera saludara a los Reyes, de forma que iba a salir por la puerta trasera del vehículo blindado. Sin embargo, una vez han llegado al Palacio de Marivent, la niña, en contra de lo que estaba previsto, fue la primera en salir por la misma puerta del vehículo por la que lo hizo su madre minutos después, de forma que lo primero que ha hecho el Rey ha sido saludar a la pequeña, haciéndole un gesto de broma en la cara y dándole dos besos.

Posteriormente, Don Juan Carlos saludó a Michelle Obama, ataviada con una falda de color salmón, coincidiendo con el de la falda de su hija, y con una blusa blanca sin mangas con dos grandes lazos atados uno en la espalda y otro en el hombro, así como las mismas bailarinas doradas que su hija. A continuación, tras saludar al monarca con dos besos, la niña y la madre dieron dos besos a la Reina, enfundada en un pantalón blanco y un blusón estampado y de tonalidades azules con manga de tres cuartos y zapatos de esparto.

Otra de las anécdotas se produjo cuando Doña Letizia salió del palacio, quedándose arriba sin bajar las escaleras y esperando a que Sus Majestades saludaran a la primera dama y a su hija, tras lo cual Don Juan Carlos, que vestía una camisa blanca sin corbata, chaqueta azul marino y pantalón gris, ha invitado a bajar a la Princesa de Asturias, que lucía un vestido blanco sin mangas y con zapatos de tacón, para finalmente saludar a Michelle y Sasha con dos besos.

Posteriormente, todos ellos han posado ante los 47 medios de comunicación acreditados y procedieron a entrar en Marivent para iniciar el almuerzo.

La visita de Obama a Palma ha generado una gran expectación mediática en la capital balear dado que para el almuerzo de los Reyes se han acreditado 47 medios, entre ellos cinco internacionales, y 67 periodistas. Además, alrededor del Palacio incluso un bar ha colocado un cartel que rezaba 'Welcome Michelle'.