Ciudadanos y empresarios catalanes se movilizan contra el independentismo

  • Aseguran sentirse "catalanes y españoles" y sostienen que "somos mayoría"
  • Ciudadanos y empresarios se movilizan paar que no se vote al independentismo

A cinco días de que se celebren elecciones en Cataluña, colectivos de empresarios y de ciudadanos que se sienten españoles y catalanes han iniciado una campaña por diferentes pueblos para pedir que no se vote la independencia.

Con una campaña publicitaria impactante, que muestra en una fotografía una imaginaria frontera entre Cataluña y España, bajo el lema "¿De verdad quieres esto?" escrito en catalán y castellano, un grupo de empresarios y profesionales llaman a la reflexión de los votantes, cinco dias antes de las elecciones autonómicas en Cataluña, marcadas por la propuesta soberanista de CiU que en caso de victoría asume el compromiso de convocar un referendum sobre la independencia.

"Piénsalo" proclaman sus anuncios en pueblos y ciudades catalanes que plantean cuaestiones como "¿Se podría pagar la prima de riesgo de la deuda catalana?" o "¿Cómo se repartiría la caja de la Seguridad Social?".

Joaquim Molins, catedrático de Ciencia POlítica de la Universis Autónoma de Barcelona, considera que "el ciudadano tiene que estar informado de la trascendencia de la cuestión que está en juego y de las consecuencia de la misma".

"Los que queremos la convivencia, el sentido común y lo que en catalán denominamos el senny, somos mayoría" asegura el empresario Mariano Ganduxer.

El objetivo es apelar a la conciencia de los ciudadanos.

UN "CORAZÓN PARTÍO"

Otros para ello recorren en autobús los pueblos y las carreteras de Cataluña con el lema "dale la vuelta". "Para que nos nos separen" porque aseguran sentirse "catalanes y españoles"

Un gran corazón que une las banderas de España y Cataluña decora su autocar, que recorre puenblos y ciudades con el objetivo de convencer a los ciudadanos de que en las próximas elecciones catalanas voten a partidos contrarios a la independencia.

El autobús lleva a bordo una decena de personas, miembros del Movimiento Cívico de España y Catalanes, la plataforma ciudadana presidida por Manel Parra que organizó la concentración a favor de la unidad de España del pasado 12 de octubre en Barcelona.

Bajo el eslogan "Dóna-li la volta" (Dale la vuelta), el "bus del corazón", como le han bautizado, circula estos días enarbolando las banderas de España y Cataluña.

La plataforma asegura ser una entidad cívica, plural y sin adscripción política, aunque algunos de sus miembros militan en diferentes partidos. El propio Parra, que es profesor de instituto, fue concejal y portavoz del PP en Bellpuig d'Urgell (Lleida), aunque actualmente asegura estar "retirado de la política activa".

Desde hace dos meses, la vida de Parra gira en torno al Movimiento Cívico de España y Catalanes, entidad con unos 200 asociados que defiende que muchos catalanes se sienten también españoles y que la comunidad es y será más fuerte con España.

"Vamos en contra de los separatistas y de los separadores" asegura Parra que dedica sus esfuerzos a convencer a sus conciudadanos.

El movimiento, que según Parra se financia gracias a las donaciones de particulares y empresarios, ha invertido ya unos 25.000 euros en la organización de la concentración del 12 de octubre, en el alquiler del autocar y en material publicitario.

La iniciativa ha despertado el interés de medios extranjeros, de países como Holanda, Gran Bretaña o Japón.

Parra carga contra un nacionalismo catalán excluyente y que "apuesta por la ruptura" y advierte de la necesidad de que los partidos "no separatistas" -cita explícitamente a PP, Ciutadans y UPyD- obtengan un buen resultado en las elecciones del próximo 25 de noviembre, "para hacer frente a la embestida separatista" de CiU.

"Yo llevo aquí 52 años y soy español y catalán", comenta un vecino, mientras que otro, sentado a su lado, bromea con que él tiene "el corazón entero y sin ganas de marearlo".

El 'bus del corazón' ha recorrido ya una veintena de ciudades catalanas, como Tarragona, Reus, Cornellà, Mataró, Terrassa, Sabadell o Rubí.

Parra, sin embargo, quita hierro a estos "casos puntuales". "Siempre hay algún intolerante", lamenta el presidente de la plataforma, que considera que estas situaciones son un claro ejemplo de que en Cataluña defender un sentimiento español y catalán aún no se ve con normalidad.