Dos meses después del congreso federal del PSOE, en el que Carme Chacón fue derrotada por Alfredo Pérez Rubalcaba, la ex ministra de Defensa se mantiene en un discreto segundo plano mientras observa cómo sus afines ganan terreno dentro del partido en federaciones clave.
Chacón, que estuvo hasta el 5 de febrero en el ojo del huracán, ha sabido apartarse de la primera línea después de la victoria de Rubalcaba por 22 votos en el congreso federal de Sevilla.
Tras renunciar voluntariamente a cualquier cargo dentro del partido, Chacón permanece sólo como miembro del Comité Federal del PSOE, por lo que en principio sólo estará obligada a pisar la sede de la calle Ferraz tres veces al año.
Ese es el número de ocasiones en el que, como mínimo, tiene que reunirse al año el máximo órgano del PSOE entre congresos.
Hasta ahora, como vocal de la Ejecutiva que era, Chacón asistía a las reuniones quincenales de la Ejecutiva; bajo la dirección de Rubalcaba, este órgano se junta ahora sólo una vez al mes.
Chacón también sigue de diputada en el Congreso, donde ejerce la vicepresidenta primera de la Comisión de Fomento, además de formar parte como vocal de la Diputación Permanente, de la Comisión Constitucional y de la Comisión de Economía y Competitividad.
Precisamente en la Cámara Baja se la ha podido ver cada semana desde que comenzó esta legislatura, ya que ha asistido a todos los plenos celebrados hasta ahora e incluso participa en las reuniones del grupo socialista de los martes, previas a las sesiones plenarias.
El resto de sus comparecencias públicas en este tiempo han sido contadísimas, y más aún sus declaraciones a los medios.
La última de ellas, el pasado 30 de marzo, con ocasión de un desayuno informativo del secretario general del PSM, Tomás Gómez.
En ese momento, dijo que la huelga general había sido un serio aviso para el PP, que se sumaba a las elecciones andaluzas y asturianas, y arremetió contra el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, por hacer propuestas "retrógradas" que atacan a las mujeres.
Sólo se la vio en una ocasión durante la campaña de las elecciones andaluzas y fue en Albox (Almería), en apoyo al candidato socialista a la Junta, José Antonio Griñán, a quien todos colocaron en su bando en el 38 congreso federal pese a que él mantuvo en todo momento la imparcialidad en público.
De los resultados en las dos comunidades que celebraron elecciones el pasado 25 de marzo se congratuló luego Chacón en unas breves declaraciones a los medios, ante quienes se proclamó "feliz".
Mientras Chacón mantiene esta actitud reservada, sus afines han conseguido ya hacerse con el poder en federaciones tan claves como la madrileña, con Tomás Gómez al frente, y la valenciana, donde ha sido elegido el alcalde de Morella, Ximo Puig.
Además, ya tiene al PSC de su parte, que celebró su congreso en diciembre del año pasado y que eligió a Pere Navarro como primer secretario, y podrá contar con la andaluza, en la que Griñán no tendrá problemas para ser reelegido secretario general si finalmente consigue mantener el poder en la Junta.
Otras comunidades que también han elegido nuevos dirigentes, pero de menor peso político que las anteriores, han colocado a personas afines a Rubalcaba, como Baleares (Francina Armengol), La Rioja (César Luena) o Castilla-La Mancha (Emiliano García-Page) o Cantabria (Eva Tezanos).
No obstante, desde Ferraz se insiste una y otra vez que todos los secretarios regionales trabajarán "codo con codo" con la Ejecutiva de Rubalcaba.
La incógnita está en saber si, llegado el momento, Chacón se atreverá a dar el paso para postularse como candidata del PSOE a la Presidencia del Gobierno, que los socialistas tienen que elegir en unas elecciones primarias.
Quien fuera vicepresidenta primera del Gobierno con José Luis Rodríguez Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega, ya dejó claro hace unas semanas, en una entrevista en una revista, que Chacón tiene "un gran futuro por delante", incluso si decide dar la batalla para ser la cabeza de cartel del PSOE en las generales de 2015.