El gobierno catalán se propone aprobar "tan pronto como pueda" una ley catalana de estabilidad presupuestaria antes de que Las Cortes "dicten" a Cataluña cómo debe actuar, ha asegurado el portavoz del Govern, Francesc Homs, en referencia a la ley orgánica que concretará en un futuro el compromiso con el déficit público incluido en la Constitución.
En rueda de prensa tras la primera reunión del Consell Executiu después de las vacaciones de verano, a la que no ha acudido el presidente catalán, Artur Mas, por la reciente muerte de su hermana, Homs ha anunciado este 'contraataque legal' con el cual la Generalitat responde al cambio constitucional pactado entre el PP y el PSOE.
El gobierno catalán ha formalizado hoy su oposición a dicha reforma de la Constitución con los argumentos básicos de que "no sirve para dar confianza a los mercados" y de que va "en contra del autogobierno de Cataluña".
Homs ha asegurado que el Gobierno español ha actuado con "menosprecio absoluto" hacia la Generalitat al no informarla de sus planes de reforma de la ley fundamental, y ha opinado, al igual que ayer hizo CiU, que el pacto constitucional ha quedado "roto" con este cambio de la carta magna.
El portavoz del Govern, que no ha precisado qué límite de déficit público piensa incluir el ejecutivo en esta ley catalana o si habrá referencias al déficit fiscal, ha admitido que la Generalitat deberá legislar aprovechando "el margen" competencial que tenga, porque "sino, nos la llevarán al Tribunal Constitucional", ha admitido.
El Govern confía en aprobar este proyecto de ley en el Consell Executiu antes de final de año, con la intención de que, al legislar antes que el Congreso, tenga más garantías de salvaguardar las competencias de Cataluña.
De hecho, CiU ya se había comprometido con el PP catalán a aprobar una ley de este tipo antes de que se activara esta reforma de la carta magna, que fija para las comunidades un déficit público máximo del 0,14 por ciento.
En la rueda de prensa, Homs incluso ha llegado a afirmar que tiene "más credibilidad" el gobierno catalán al aprobar unos presupuestos de la Generalitat tan austeros como los de 2011, que una reforma constitucional que incluye un "propósito de enmienda" respecto a la estabilidad presupuestaria de cara a 2020.
"Se pueden hacer muchas declaraciones de intenciones, pero al final lo que cuenta" es la política que se aplica, ha insistido Homs, que ha alertado de que, si la reforma constitucional estuviera ya en vigor, Cataluña habría tenido que aplicar un recorte en los presupuestos de 2011 del 20 % en lugar del 10 %.
