En los últimos años, los políticos se han convertido en la diana de violentos y radicales que no han dudado en usar el acoso y el insulto para atacar a los representantes de la soberaría popular. En muchos casos se hace a cara tapada, en las redes sociales y en otros se ha llegado incluso a la agresión física. La muerte violenta de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, como consecuencia de varios disparos se suma a otros asesinatos o intento de ellos contra políticos y expolíticos.