Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, declara este viernes ante el juez que la investiga por presunto tráfico de influencias, dos semanas después de que su comparecencia se suspendiera y tras la versión del testigo clave, que afirmó haberse reunido con ella y con Pedro Sánchez en La Moncloa.
Tras ella, comparecerán como testigos el vicerrector de Relaciones Institucionales de la Universidad Complutense de Madrid, José María Coello, y su predecesor, Juan Carlos Doadrio, para aclarar extremos sobre la cátedra que codirigía Gómez en el centro, unas citaciones que su defensa ha impugnado al excederse del objeto de la causa.
Será a las diez de la mañana cuando la mujer del presidente tenga que volver al Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid para responder -o bien acogerse a su derecho a no hacerlo-, al juez Juan Carlos Peinado, a la Fiscalía y a las acusaciones populares que ejercen Vox y las organizaciones Manos Limpias, HazteOír, Iustitia Europa y Movimiento de Regeneración Política de España.
De nuevo, podrá acceder por el garaje por motivos de seguridad, según ha decretado la decana de los jueces de Madrid, María Jesús del Barco, en un acuerdo en el que restringe el acceso a la planta en la que estará la mujer del presidente, a la que solo podrán acudir las personas que trabajen allí o estén citadas, y cuatro periodistas de agencias.
Será la segunda vez que acuda al juzgado, después de que el 5 de julio se suspendiese su declaración al alegar que no conocía la querella que presentó la organización ultracatólica HazteOír.
Una vez más, la defensa de Gómez ha pedido al juez que no se grabe la imagen de su declaración, sino solo el audio, para así evitar las "filtraciones" de su anterior comparecencia. Está por ver qué decide el magistrado, después de que en su anterior citación lo rechazase al no tener condición de autoridad.
Begoña Gómez, que señaló en su último escrito la ausencia de indicios contra ella, es la única investigada en una causa abierta tras una denuncia del autodenominado sindicato Manos Limpias, en la que pedía investigar si se valió de su condición como mujer de presidente del Gobierno para favorecer que se otorgasen contratos al empresario Juan Carlos Barrabés, profesor del máster de la cátedra que ella dirigía.
En su comparecencia como testigo este lunes ante el juez, Barrabés -cuya imputación han pedido las acusaciones- afirmó haberse reunido varias veces con Begoña Gómez en La Moncloa, y precisó que en dos de esas citas estuvo presente el jefe del Ejecutivo.
Tras remitir parte de los contratos investigados a la Fiscalía Europea, el juez sigue investigando otras adjudicaciones, que recientemente la Guardia Civil indicó en un informe que se tramitaron con "normalidad y bajo los principios que rigen la contratación pública".
En el foco de las acusaciones también está la legalidad de la contratación y el trabajo que hizo Gómez en la Complutense, que ha remitido un informe al juez con la investigación interna que abrió para comprobar si hubo una "apropiación indebida" del software de la cátedra que codirigía la investigada, en el que señalaba que no había podido alcanzar una "conclusión" y lamentaba la "falta de colaboración de determinados intervinientes".