Los Mossos d'Esquadra investigan la muerte de un hombre cuyo cadáver ha sido encontrado en un piso en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona con evidentes signos de violencia, ya que presentaba un fuerte golpe en la cabeza y estaba cubierto con una sábana, según fuentes cercanas al caso.
El fuerte hedor que desprendía el cadáver, que llevaba algunos días en el piso, ha sido el que ha llevado a los vecinos a avisar a la Guardia Urbana, que ha accedido al inmueble, situado en un bloque de protección oficial en el número 1 de la calle La Sèquia, después de que los Bomberos abrieran la puerta.
Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para tratar de identificar a la víctima y descubrir al supuesto autor o autores del crimen, según ha informado la policía catalana en un comunicado.
El cadáver ha sido encontrado en el piso tercero segunda del bloque, cubierto con una sábana y con un fuerte golpe en la cabeza, según han señalado fuentes cercanas al caso.
Los Mossos d'Esquadra están pendientes de identificar al fallecido -su rostro estaba desfigurado- y de que la autopsia determine las causas exactas de la muerte de la víctima, que podría haber muerto el jueves o el viernes pasado, según los primeros indicios.
UN HOMBRE TRANQUILO Y SOLITARIO QUE REGENTABA UNA TIENDA DE ROPA EN EL BARRIO
Los vecinos del inmueble han sido los que han avisado a la Guardia Urbana de que salía un fuerte hedor del piso, donde desde hace unos quince años vive un hombre llamado Juan.
En declaraciones a los periodistas, algunos de los vecinos han señalado que no han visto ni oído nada especial en los últimos días y que únicamente les ha llamado la atención el mal olor que salía del inmueble, que esta tarde aún era claramente perceptible.
El edificio, de protección oficial, acoge desde hace unos quince años a los vecinos que fueron desalojados de un inmueble situado enfrente, en la calle Metges, en el proceso de remodelación de Ciutat Vella.
Según los vecinos, a falta de confirmar la identidad de la víctima, el inquilino del tercero segunda era un hombre tranquilo y solitario, que no se metía en problemas y que hasta hace un año regentaba una pequeña tienda de ropa en el barrio, que tuvo que cerrar por la crisis.
Este vecino se fue a vivir hace unos quince años al bloque con su mujer y su hija, aunque al cabo de tres años se quedó sólo en el piso, donde casi nunca recibía visitas, según los vecinos.
Según fuentes cercanas al caso, la hipótesis del robo pierde fuerza, ya que, de hecho, según los vecinos, la puerta no había sido forzada ni la vivienda había sido registrada.
Una vecina ha explicado que el inquilino del piso donde ha sido encontrado el cadáver, acostumbraba a salir todos los fines de semana, aunque nunca les dijo a dónde iba.
