El presidente del PP-A, Javier Arenas, ha mantenido este sábado que en los ayuntamientos andaluces "no sobran funcionarios" sino "personal político" y "altos cargos", asegurando que si se convierte en el próximo presidente de la Junta de Andalucía los reducirá al 50 por ciento y rebajará a "nueve o diez las consejerías".
Arenas ha realizado estas declaraciones en el transcurso de un mitin celebrado en la localidad granadina de Guadix, donde ha sido preguntado por las declaraciones realizadas el viernes por el consejero de Gobernación y Justicia, Francisco Menacho, en Jaén, donde propuso que los ayuntamientos con sobrecarga de personal no despidan a sus trabajadores, sino que amorticen las plazas que queden libres.
Al respecto, el líder del PP-A, ha considerado que en los ayuntamientos, como en las diputaciones y la Junta de Andalucía, lo que "sobran" son asesores, especialmente en esta última, donde "se ha creado una administración paralela" con "miles de cargos" que "en muchos casos son políticos y no tienen nada que ver con la función pública".
Para Arenas, estos cargos de confianza y asesores lo que han hecho es "dificultar el trabajo" de los funcionarios, y por ello ha asegurado que si se convierte en el próximo presidente de la Junta "seremos el gobierno autonómico de la historia con menos consejerías, nueve o diez" y, además de reducir a la mitad los cargos de perfil político, favorecerá que todos los directores de área sean funcionarios.
Además de una profunda reforma en la administración bajo las premisas de "austeridad", reducción del gasto público y "apoyo" al funcionariado, Arenas ha incido en la necesidad de impulsar una reforma fiscal en beneficio de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y autónomos, dado que "son los creadores del empleo".
"Estas son las reformas que debemos hacer para el futuro" y las reformas no las pueden hacer los que llevan 30 años gobernado" ha advertido el presidente del PP-A, quien asegura que el "enemigo del PP" no es el PSOE sino "la crisis y el paro" y le vamos a ganar con "muchas reformas y mucha austeridad" desde la credibilidad y confianza, "sin negar la realidad", como a su entender han hecho los dirigentes socialistas al "negar la evidencia de la crisis".