J.L.C., el hombre de 52 años que el pasado domingo acabó con la vida de su hermana a tiros tras una disputa familiar, ha sido finalmente detenido por agentes de la Guardia Civil tras permanecer atrincherado más de 16 horas en la vivienda donde se produjo el crimen, según han indicado fuentes del caso. El hombre ha sido detenido después de que un vecino guiara a los agentes hasta un pozo ubicado a varios metros de la casa donde, al parecer, se había desplazado en busca de agua, ya que durante su encierro en la vivienda ubicada en el número 1 de la calle Chumberas en Gérgal (Almería), se le cortaron los suministros.
En este sentido, y según el relato del vecino, el hombre se le habría acercado sin portar ningún arma y habría pedido que le dieran agua en el momento de su arresto, que se produjo sin ningún tipo de complicación.
El hombre fue visto por algunos vecinos en el momento en el que abandonó el inmueble, según los primeros indicios.
El alcalde de Gérgal, Miguel Guijarro, ha explicado que se encuentra ya en dependencias de la Guardia Civil, por lo que próximamente pasará a disposición del juzgado de instrucción correspondiente, con lo que el pueblo "ya respira tranquilo" y puede "hacer vida normal".
Según el regidor ha comentado J.L.C., que permanecía en su vivienda desde la noche de este martes, podría haber realizado un "butrón" en una de las paredes de la casa o en el suelo y con ello, conseguir escapar, si bien ha reconocido que existe una gran "confusión" sobre cómo el hombre habría abandonado el inmueble.
ACABÓ CON LA VIDA DE SU HERMANA
J.L.C. abrió fuego el domingo contra su hermana, el yerno de esta y otra mujer --una vecina--, de forma que mató a la primera en el transcurso de una disputa familiar por unos enseres que guardaba en la vivienda acordonada actualmente por la Guardia Civil. Según el relato del marido de la fallecida, el hombre "esperaba" la llegada de su hermana, a la que "disparó por la espalda" antes de herir a sus acompañantes.
La víctima mortal vivía habitualmente en Barcelona con su marido, donde cuida de su madre de unos 90 años de edad. No obstante, desde el mes de agosto permanecía con su progenitora en la localidad almeriense con motivo del próximo parto de su hija, que vive en Almería y que ha dado a luz recientemente.
El presunto homicida había sido localizado anoche en la vivienda de su madre, tras la denuncia de tres vecinos y desde entonces la Guardia Civil estableció un dispositivo que incluía un negociador para lograr que se entregara ya que permanecía supuestamente atrincherado y armado en el número 1 de la calle Chumberas desde donde se negaba a entregarse.
Según el relato de los investigadores, el hombre de 52 años habría pasado dos días en el campo tratando de huir de los agentes después de que, en la mañana del domingo, acabara con la vida de su hermana cuando ésta acudió al pueblo acompañada por otras dos personas en busca de unos enseres que previamente se habían disputado en los tribunales.
En este sentido, los agentes rastrearon las inmediaciones de este municipio situado en la Sierra de los Filabres y restringieron los accesos al pueblo sin encontrar al hombre. No obstante, durante la búsqueda en la que se empleó helicóptero, unidades caninas y más de medio centenar de agentes, se hallaron indicios sobre la presencia del hombre en el campo.
Así, en el registro efectuado este martes en el cortijo que empleaba en su trabajo, la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil encontró pruebas sobre la reciente estancia del fugitivo. En esta línea, la investigación ha descartado que el hombre pudiera haber permanecido oculto desde el momento del crimen en el sótano de una casa ubicada frente a la que permanece actualmente.
De este modo, el hombre habría tratado de sobrevivir durante dos días en el campo hasta que finalmente "apremiado por las circunstancias y la necesidad pensó en un sitio más seguro para refugiarse", según ha explicado un portavoz de la Comandancia, quien ha confirmado que fueron varios vecinos los que alertaron de su presencia en las calles del pueblo.