Los partidarios de que el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, sea el próximo candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno están pulsando en estos días la opinión de dirigentes y cuadros del partido para sondear la posibilidad de que no se presenten más aspirantes al proceso de primarias y que no se llegue a votar, según varias fuentes socialistas consultadas por Europa Press.
El mensaje va dirigido principalmente a la ministra de Defensa, Carme Chacón, a la que algunos --incluida una parte del PSC-- ven como opción para el futuro del PSOE, pero no como candidata en 2012. "En las primarias estará Alfredo Pérez Rubalcaba, y Carme Chacón tendrá que hacer un análisis en función de si puede o no resultar dañada", resume una persona cercana a Rubalcaba.
No obstante, los consultados no son unánimes: algunos creen que a Chacón le vendría bien llegar a un acuerdo con Rubalcaba y reservarse para más adelante, pero otros apuntan que si quiere hacer una demostración de fuerza y seguir como opción para el futuro tendrá que medir sus apoyos en primarias.
Según esta tesis, en primarias sólo se elige un candidato, de manera que no es posible pactar un 'tándem' y, además, si el PSOE pierde el Gobierno en 2012, Chacón no tendrá poder orgánico en el que apoyarse para aspirar a la secretaría general del PSOE.
A favor de los deseos de los partidarios de Rubalcaba juega el hecho de que entre los cuadros del PSOE las primarias no despiertan ningún entusiasmo --"son el último recurso", dice un diputado--, y sí muchos temores. "Rubalcaba no quiere primarias porque las carga el diablo", ilustran desde una federación.
El problema, apuntan, no es que se presente Chacón, sino que cualquiera puede hacerlo, y de paso generar divisiones y brechas en el partido que luego son muy difíciles de cerrar --como han demostrado las últimas celebradas en Madrid-- y que pueden empeorar sus opciones electorales en 2012.
Según algunos, unas primarias a cara de perro aumentarían la posibilidad de que el PSOE tenga que adelantar su Congreso a este año para reforzar a su candidato eligiéndolo también secretario general del PSOE.
Aunque el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dejó claro el sábado pasado que quiere agotar su mandato como líder del PSOE --así lo ha reiterado el 'número dos', José Blanco-- en el partido estiman en un 50 por ciento las posibilidades de que haya un Congreso este otoño. Y apuntan que eso sólo se producirá si Zapatero lo acepta.
UN CONGRESO, "PALABRAS MAYORES"
Para los más fieles a Rubalcaba, es lógico que quiera tener el control del partido y 'blindarse' si el resultado electoral es malo; para otros, en cambio, un Congreso son "palabras mayores" y no hay motivo para que la actual dirección, o una muy similar, se garantice cuatro años más.
Según estos últimos, si Rubalcaba saca un buen resultado tendrá vía libre para ser secretario general; si no, debe dejar paso a una verdadera renovación en un Congreso, incluso una renovación que pase por alguien que no haya estado vinculado a los gobiernos de Zapatero.
En todo caso, varias fuentes cercanas a Rubalcaba aseguran que "no hay hoja de ruta" y que cualquier plan tendrá que ser revisado a la luz de los resultados del 22-M y de cómo quedan los distintos 'barones' del PSOE.
A modo de ejemplo, señalan que si José María Barreda --a quien dan como apoyo seguro para la ministra-- sale airoso, Chacón podría tener más fuerza para presentarse y si el extremeño Guillermo Fernández Vara es el único 'superviviente' su opinión tendrá mucho más peso en el partido.