El Sindicato del Colectivo de Maquinistas de Metro de Madrid (SCMM), que llevará a cabo mañana un nuevo paro destinado a pedir a la empresa les reconozca la categoría profesional de "maquinistas de tracción eléctrica", considera "abusivos" los servicios mínimos establecidos para su huelga.
Los maquinistas, que en lo que va de año ya han llevado a cabo otros diez paros, dicen en una nota de prensa que "el único y exclusivo motivo por el que se realizan los paros" es la petición de reconocimiento de su categoría profesional, como piden, y no como "Personal no cualificado".
De esta manera, dicen, la Seguridad Social podría acreditar las enfermedades derivadas de su puesto de trabajo.
El paro de este jueves tendrá unas horas matutinas, entre las 5:30 y las 9:30, y por la tarde desde las 17:00 hasta las 21:00 horas. Las siguientes fechas para las que los maquinistas han acordado paros son los días 18, 19, 20, 21 y 22 de diciembre y 8, 9, 10, 11 y 12 de enero próximo.
Según el SCMM, Metro de Madrid ha establecido unos servicios mínimos abusivos de hasta un 68% y añaden que, como en ocasiones anteriores, para minimizar el efecto del paro, "las líneas de más afluencia serán las más beneficiadas en cuanto al número de trenes".
NO PIDEN MÁS SUELDO, SINO QUE SE RECONOZCA SU TRABAJO
Y denuncian que, por otra parte, las líneas de la periferia serán las más perjudicadas con intervalos de hasta 16 minutos por cada tren con sólo dos trenes circulando, mientras que en las líneas centrales habrá entre 9 y 17 trenes con intervalos de paso de entre 4 y 7 minutos.
"Una vez más -dice el sindicato-, Metro de Madrid hace diferencias entre los usuarios de Metro y pretende disfrazar estos paros con la repartición inadecuada de trenes entre las diferentes líneas. Según datos del SCMM, mañana habrá un total de 309 trenes circulando por la mañana y 254 trenes por la tarde.
Los maquinistas insisten en que no piden más remuneración ni más vacaciones ni jubilarse antes, y que no convocan los paros por despidos injustos de compañeros, sino que es la negativa reiterada de Metro a reconocer la "penosidad", la "toxicidad" y "los factores de riesgo psicosociales" que implican su trabajo.