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Más de una decena de víctimas que sufrieron el acoso de Jorge M.C., acusado de pornografía infantil, han denunciado ante el tribunal que le juzga las coacciones y amenazas de las que eran víctimas si no accedían a las peticiones de mandarle fotos desnudas o vídeos en los que las chicas debían tocarse. La declaración de las chicas ha proseguido esta mañana en la Audiencia Provincial de Madrid bajo la mirada perdida de Jorge, que asiste tranquilo con la vista ajeno al testimonio de sus supuestas víctimas. Algunas de ellas han declarado con biombo y videoconferencia para evitar la confrontación visual del procesado, que se encuentra en libertad.

El relato de las jóvenes coincide en el modo de actuar del acusado, quien entablaba contactó con ellas a través de la red social Netlog. Los primeros meses la conversación era normal hasta que de repente Jorge cambiaba el todo de su conversación. "Empezó a pedirme que me quitara la ropa delante de la webcam. Me agobié porque no paraba. Tenía el control de mi ordenador", ha dicho una de las jóvenes. Otra de ellas ha comentado que la persona que se hizo con su ordenador le pedía "fotos comprometidas" y "subidas de tono"."Me amenaza y me coaccionaba. Me decía que podía fastidiarme bastante porque iba a mandar mis fotos a todos mis contactos", ha dicho la chica a y ha reconocido que nunca le llegó a ver la cara al no ponerse frente a la webcam.

Una de las jóvenes que ha declarado por videoconferencia se ha derrumbado durante su relato al ponerse a llorar. La chica ha contado que su agresor virtual le obligaba a desnudarse y tocarse frente a la cámara, amenazándola luego con enviar los vídeos a sus familiares y amigos. A raíz de los hechos, tuvo que someterse a un tratamiento médico por los ataques de ansiedad que sufría. "He cogido miedo al ordenador y ya no lo tocó", ha confesado.

El procesado Jorge M.C., experto en aplicaciones informáticas, está acusado por varios delitos de revelación de secretos, pornografía infantil, contra la integridad moral y amenazas graves, por lo que se enfrenta a 359 años de cárcel.

ACUSACION DE LA FISCALIA

Según el fiscal, el procesado durante la segunda mitad de 2007, 2008 y comienzos de 2009 ocultó en Internet su verdadera identidad y edad, utilizando fotografías de adolescentes o jóvenes. De este modo, contactó en distintos sitios web, con personas, muchas de ellas menores, con las que iniciaba conversaciones en el messenger. En éstas, el acusado charlaba sobre cosas diversas y también temas sexuales.

Al mismo tiempo, conseguía las contraseñas de Messenger utilizadas por esas personas. Una vez que tenía el dominio de las cuentas, les hacía ver a sus usuarias que disponía del contenido de los mensajes para chantajearlas. "Ello producía una situación de angustia sobre las chicas, que comprobaban que nada servía si le borraban o readmitían porque se agregaba desde otra cuenta, llegando a utilizar varias cuentas para acosar a uno víctima", señala la Fiscalía.

Según el fiscal, en algunas ocasiones les dijo que conocía donde vivían y les decía que iría allí y les haría la vida imposible. Así, logró que varias de las víctimas accedieran a sus requerimientos de enviarle fotografías y vídeos o que se mostraran desnudas en la webcam. A raíz de la denuncia de una de las chicas en Madrid, la Policía solicitó al juez que oficiara a Microsoft para que informara sobre todos los datos de tráfico de comunicaciones que dispusiera sobre sus cuentas.

El procesado fue detenido en Chipiona (Cádiz) después de que la Policía comprobara que desde su domicilio en la calle Estrella Polar se habían realizado las conexiones con las citadas cuentas