El empeño de unos vecinos consigue abrir camino desde Madrid Río a El Pardo

  • Caminantes y Confederación del Tajo consiguen recuperar una zona invadida para crear un paseo peatonal
Caminantes por el tramo acondicionado de la ruta
Caminantes por el tramo acondicionado de la ruta |JGV

Dicen que donde hay una voluntad, hay un camino. Y fue la voluntad de un grupo de vecinos y vecinas hace diez años la que logró convencer a varias administraciones para facilitar la continuidad del río Manzanares aguas arriba. Madrid Río acaba en el Puente de los Franceses, pero el río en sí, no.

Juan García, impulsor de esta ruta, frente a un panel informativo / PO
Juan García, impulsor de esta ruta, frente a un panel informativo |PO

Algunos veteranos caminantes sabían de la existencia de senderos y pasos subterráneos que hacían posible proseguir por una de las orillas. Los problemas se presentaban para atravesar varias carreteras o clubes de ocio y deportivos que han extendido sus dominios hasta prácticamente la orilla del río. Habían vallado y colocado puertas en la zona de dominio público impidiendo el paso por esta zona.

Restos de obra y materiales depositados en la ribera del Manzanares / PO
Restos de obra y materiales depositados en la ribera del Manzanares |PO

Uno de los que más empeño ha puesto en la apertura de este itinerario es Juan García, miembro de Ecologistas en Acción, que ya tiene en su 'currículum' haber promovido con otros compañeros la creación de la Senda Real (GR-124) que une Madrid con Manzanares el Real o la Senda de las Merinas, desde la capital hasta San Lorenzo de El Escorial.

Fue buscando una salida desde Madrid para la Senda Real como dieron con la posibilidad de recuperar, al menos, una de las orillas del Manzanares hasta El Pardo. A partir de ahí, con la colaboración de personas que conocían ese entorno mejor, nació la idea de poder remontar el río desde el centro de la ciudad.

El camino de Madrid Río a El Pardo cubierto tras la nevada / PO
El camino de Madrid Río a El Pardo cubierto tras la nevada |PO

Los primeros obstáculos comenzaron nada más empezar el primer paseo. Salvar el tráfico del Puente de los Franceses, la M-30 o la M-40. Por la calzada era imposible y no existían pasos subterráneos peatonales. La solución fue servirse de algunas zonas muy estrechas y oscuras bajo los viaductos que salvan el Manzanares.

Más adelante aparecieron vallas, alambradas y puertas cerradas. E incluso una auténtica maraña vegetal que impedía el paso. Poco a poco se han ido solucionando estos temas. En algún caso con un semáforo y en otros con la actuación de las Administraciones para recuperar la parte de las márgenes ocupadas y poder trazar la ruta.

Grupo de senderistas abriéndose camino a través de la vegetación / PO
Grupo de senderistas abriéndose camino a través de la vegetación |PO

Cuenta Juan García que ha habido que vencer las suspicacias de los socios del Club Puerta de Hierro para atravesar este complejo creado junto al río o la extrañeza de los golfistas del campo cercano también en zona de dominio hidráulico. Pero lo más curioso, para quienes han participado en las marchas reivindicativas, es atravesar el espacio abandonado de la Playa de Madrid. Una concesión de Patrimonio Nacional que acabó en la ruina.

Pistas deportivas abandonadas en La Playa de Madrid / PO
Pistas deportivas abandonadas en La Playa de Madrid |PO

Otro de los puntos complicados era esquivar el Club Familiar El Tejar de Somontes. Sus instalaciones apenas dejaban paso libre e incluso en esa parte de la ribera se habían depositado materiales y restos de obras. Ahora El Tejar de Somontes ha tenido que mover su valla para dejar libre el espacio que necesitaban las máquinas para construir el camino.

Maquinaria trabajando en el nuevo firme de la pista / JGV
Maquinaria trabajando en el nuevo firme de la pista |JGV

El recorrido termina justo en la carretera que da acceso al Palacio de la Zarzuela. Desde el Puente del Rey (Madrid Río) son aproximadamente unos 9 kilómetros. El regreso desde El Pardo se puede hacer en autobús hasta el intercambiador de Moncloa.

Desde la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) han señalado que este camino, incluido dentro de la II fase de la restauración del Manzanares, "pretende recuperar no sólo la zona de servidumbre sino también la ribera del cauce en zonas donde pudieran verse comprometidos".

Con esta iniciativa, asegura la CHT, "se ha conseguido ampliar la zona de paso y la conexión entre el río y las márgenes", lo que ha permitido establecer un paso peatonal público. Sobre la apertura oficial de la senda, la Confederación estima que será en 2022.