Los vecinos de la calle General Ricardos miran con preocupación a las gritas que han aparecido en sus casas. Y no son pocas. Temen un derrumbe. Vieron cómo en agosto hubo dos edificios que se vinieron abajo en Madrid y no descartan que el suyo sea el tercero. Es el caso de María apenas puede abrir las ventanas, el techo desprende arenilla y su mano cabe en la enorme grieta que recibe a las visitas en el hall de su casa.