Agentes del Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional han detallado en el juicio que se celebra contra el belga Dave V. que hallaron el cuerpo de la joven Anne Strande con un cable alrededor del cuello, desnudo y "totalmente calcinado", pudiéndose observar la materia grasa de la chica perecida. El juicio contra Dave V, belga de 35 años, ha proseguido este martes con la comparecencia de los testigos. El acusado se enfrenta a una pena de 28 años de cárcel por asesinato y un delito de incendio.
En su declaración, manifestó ayer que usó el cable de un ordenador para matar a la víctima, que tenía alquilado un piso en la empresa en la que trabajaba. Sin saber por qué lo hizo, el hombre entró la madrugada del 13 de junio de 2014 en su habitación y la mató, incendiando a posterior el apartamento. Hoy ha sido el turno de los agentes que acudieron al lugar tras recibir una llamada de la Policía Judicial alertando de un incendio con la presencia de un cadáver. Los primeros en llegar fue un indicativo de la Policía Municipal, que alertó a la Brigada de Información.
El secretario del atestado policial ha relatado que a su llegada se encontraron con el piso repleto de humo, lleno de escombros y el techo desprendido. "Había una mujer joven boca abajo, desnuda y totalmente calcinada", ha especificado a la sala.
Además, el agente ha explicado que la puerta del apartamento no estaba forzada, lo que indicaría que el procesado podría haber usado las llaves del piso. El no uso de la llave es uno de los aspectos que trata de demostrar la empresa que alquiló el piso a la joven, dado que está en el proceso como responsable civil y el acusado cometió los hechos fuera del horario laboral.
Asimismo, han comparecido otros agentes que participaron en la toma de declaración del procesado, donde éste confesó que había descuartizado a otra mujer en Gerona a instancias de lo que le dijo su compañero de piso. Ayer, ya contó que la mujer se murió en una noche de "sexo y drogas" y no sabía qué hacer con el cadáver.
HECHOS JUZGADOS
Según el relato del fiscal, el acusado salió de su domicilio el 13 de junio de 2014 y se dirigió a la vivienda donde residía la víctima, accediendo con el juego de llaves que portaba. El hombre era empleado de la empresa que tenía alquilada a una joven una vivienda. En el interior, se fue a su dormitorio y le golpeó la cara mientras dormía, rodeándole el cuello con un cable del ordenador. Tras matarla, roció su cuerpo con aceite y le prendió fuego. La habitación se incendió y las llamas dejaron el cuerpo casi carbonizado.
Anne había llegado a España tan sólo 11 días antes del crimen con un contrato desde el 1 de junio hasta el 1 de noviembre en el departamento de marketing en la sede española de la compañía escandinava Tobacco Group. Era la primera vez que la joven residía en Madrid. Por eso había alquilado un piso en unos apartamentos turísticos situados en el número 2 de la calle Barcelona, en plena zona de Huertas madrileña, con la idea de arrendar una vivienda más adelante. El día de autos llegó al piso sola cerca de la medianoche e incluso luego habló con su novio por Skype.
En torno a las 6.30 horas del viernes 13 los servicios de Emergencias recibieron una llamada alertando del incendio de ese piso. Hasta el lugar se acercaron los bomberos, que comprobaron que las llamas sólo habían afectado al dormitorio y allí se encontraba tumbada en la cama una mujer casi carbonizada. Los sanitarios del Samur sólo pudieron confirmar su fallecimiento.
ESTRANGULADA
El cuerpo fue enviado al Instituto Anatómico Forense y la autopsia determinó que no murió por un incendio, sino estrangulada por un cable de teléfono, por las numerosas marcas en el cuello. El Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional se puso inmediatamente a trabajar y contactó con los escasos vecinos del inmueble, con jefes y compañeros de trabajo y con familiares, que lamentaron el "infortunio" de Anne. También revisó las cámara de la zona.
Las pesquisas llevaron pronto a los investigadores a que el responsable debía conocer a la víctima. En la inspección realizada no se hallaron señales de forzamiento en las cerraduras y marcos de las puertas, lo que hizo presuponer que el homicida o tenía llaves o se trataba de una persona familiar para la fallecida.
Un dato que fue corroborado posteriormente por los agentes cuando comprobaron que el sospechoso fue uno de los encargados de realizar el registro de entrada de la mujer cuando inició su estancia en una de las habitaciones de alquiler en el citado apartamento.
Finalmente, el presunto autor, Dave V., ciudadano belga de 35 años, fue detenido varios días después por la Policía Nacional, donde se confesó responsable del homicidio y aportó datos esclarecedores a los investigadores que sólo el autor de los hechos podía conocer. De hecho, era de las pocas personas que tenía acceso a las llaves de los apartamentos.
El hombre pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid, La jueza dictó prisión provisional comunicada y sin fianza por un delito de homicidio. Desde entonces sigue en la cárcel.
DESCUARTIZO A OTRA MUJER
Dave V. tenía varios antecedentes por abusos sexuales, alguno de ellos en Bélgica y el resto en España. De hecho, aquí ha sido arrestado en varias ocasiones por este delito. Por eso, una de las hipótesis era que en el caso de la turista danesa el presunto autor de los hechos incendiara el piso y, por tanto, el cuerpo, para borrar las pruebas genéticas de ese delito.
Una vez arrestado en Madrid el detenido confesó a la Policía que también participó en octubre de 2013 en la muerte de la desaparecida Mostse Méndez, una vecina de Gerona. Dijo que la asfixió de forma accidental mientras mantenían relaciones sexuales y que, posteriormente, la descuartizó en ocho trozos, repartiendo sus restos en diferentes bolsas de basura, según fuentes cercanas al caso.
Sin embargo, la Fiscalía le acusa de un delito de homicidio, tras asfixiarla con un cable hasta la muerte, y otro de profanación de cadáver. La acusación particular, que representa a la familia, cree que es autora de asesinato. Además, acusan a su excompañero de piso como coautor del crimen, aunque el fiscal cree que sólo es culpable de encubrimiento.
Dave condujo a los Mossos d'Esquadra y a la comitiva judicial a unos descampados, donde había restos de la víctima. El caso de la muerte de Monste M. está todavía en fase de instrucción, aunque ya se le ha imputado prisión preventiva por este nuevo crimen.