Aunque Chueca sigue siendo el barrio de referencia para los homosexuales que visitan Madrid, el "territorio gay" se está expandiendo a nuevas zonas de la capital como Lavapiés, donde desde hace unos años los locales "de ambiente" se abren paso entre restaurantes indios y mercados de productos exóticos.
Hace cuatro años que Carolina se mudó desde Malasaña a Lavapiés, atraída por la ubicación de un barrio igual de céntrico pero con mejores precios, "gente más abierta" y una mayor variedad de comercios para abastecerse en el día a día.
Cuando llegó, enfrente de su casa había un bar de lesbianas, algo poco habitual en una época en la que lo que abundaban eran los restaurantes indios, las teterías árabes y las fruterías regentadas por pakistaníes.
Ahora, en el que sigue siendo el barrio más multicultural de Madrid, los inmigrantes se entremezclan con nuevos vecinos, gente cada vez más joven, algunos de ellos homosexuales como Carolina, de 32 años, que en este tiempo ha visto proliferar los locales "de ambiente". "Se está pareciendo mucho a Chueca", asegura.
El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), José María Ezquiaga, explica a Efe los motivos de la expansión del área de influencia de la comunidad homosexual a nuevas zonas de Madrid como Malasaña, en un primer momento, y, más recientemente, Lavapiés. "La comunidad gay busca entornos centrales donde desarrollar una vida urbana 'a la antigua'", dice.
En su opinión, los gais y las lesbianas tienen "una gran capacidad para transformar y mejorar" zonas céntricas de las ciudades que estaban olvidadas, algo que pasó en el barrio de Castro, en San Francisco, y en el Greenwich Village, de Nueva York.
En Madrid, asegura que el "caso más emblemático" ha sido el de Chueca, un barrio que en la década de 1980 parecía que "iba a tocar fondo" por su "deterioro" pero donde los comercios empezaron a "florecer" con la instalación progresiva de personas homosexuales.
"Se ha convertido en un barrio de mucha calidad y ha sufrido la gentrificación", comenta en alusión al fenómeno caracterizado por la subida de los precios, lo que provoca el desplazamiento de las clases populares.
Un proceso que ya ha vivido el barrio de Chueca, donde el presidente de la asociación de vecinos, Esteban Benito, lamenta también los efectos negativos que la llegada masiva de turistas ha provocado en la zona. "El barrio se está turistificando, el mercado de San Antón ha dejado de ser un mercado de barrio para ser un mercado para turistas", señala.
Lleva casi 20 años viviendo en Chueca y, aunque reconoce que la presencia de homosexuales cambió el aspecto de esta zona de Madrid, cree que también influyó la llegada de "gente creativa con imaginación e inquietudes" que buscaban espacios baratos donde poder desarrollar su actividad.
En la actualidad, calcula que en torno a un 20 o 25% de los vecinos pertenecen al colectivo LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales), un porcentaje menor que el de hace unos años.
A su juicio, Chueca se ha convertido en un barrio gay "para los turistas" al estar concebido como un lugar de ocio para este colectivo específico.
Por su experiencia, los homosexuales que residen en Madrid no optan mayoritariamente por Chueca para vivir pero siguen acudiendo a este barrio para salir, sobre todo los más jóvenes, que lo consideran "un lugar iniciático". "Ahora hay muchos más gais en Lavapiés y Malasaña", constata.
Una afirmación con la que está de acuerdo el presidente de Cogam (colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de Madrid), Jesús Grande, que certifica el aumento de la oferta de ocio destinada al colectivo LGTB en estos dos enclaves.
Aunque considera que Chueca sigue siendo el barrio "referente" en el activismo LGTB, en la actualidad señala que en todos los distritos de Madrid hay presencia de gais y lesbianas. "Familias diversas hay en cualquier sitio y eso es lo bonito de Madrid, es una ciudad abierta a todos", apunta.
Por este motivo, vecinos de nueve distritos de la capital han presentado la iniciativa 'Orgullo de la periferia', con la que quieren trasladar las reivindicaciones del colectivo LGTB a otras zonas "lejos de los neones deslumbrantes del centro de la capital", como indicaron en su presentación. El año pasado los distritos de Villaverde, Usera y Arganzuela celebraron la primera marcha de la diversidad LGTB sur antes del desfile oficial del Orgullo gay.
Este año, el próximo 1 de julio, coincidiendo con el desfile oficial del World Pride 2017, habrá tres marchas que saldrán de Fuencarral-El Pardo, Carabanchel-Latina y Villaverde-Usera-Arganzuela bajo el lema 'No hay centro para tanta periferia'. Una manera de visibilizar que las personas LGTB también "viven, sufren y aman" en barrios de la periferia, según destacan los convocantes.