Los inquilinos de viviendas en alquiler se unen para defender sus intereses frente a los propietarios. En Madrid se ha creado el primer sindicato del inquilino. Trabajan para frenar la escalada de los precios o luchar contra algunos abusos, que consideran existen en los contratos de alquiler.
Se han fijado como objetivo presionar a las instituciones para cambiar la ley de arrendamientos urbanos, promoviendo una legislación que favorezca al inquilino, y logre controlar los precios del alquiler de la vivienda, que en los últimos años se han vuelto a disparar en Madrid, por la baja oferta existente en el mercado.
Esta alza de precios, denuncian, viene motivada también por la proliferación de la alquiler turístico. Cada vez gana más terreno, ocasionando que muchos apartamentos residenciales pasen a ser turísticos, reduciéndose la oferta de vivienda en alquiler, sobre todo en el centro de la ciudades.