El sacerdote al que el Obispado de Getafe apartó de sus funciones en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima de Fuenlabrada "por razones pastorales" ha entregado hoy las llaves de la iglesia, después de haber seguido ejerciendo su labor varios días al entender que su destitución no era justa.
Así lo ha explicado a Efe una de las hermanas del sacerdote Andrés García Torres, que ha emitido un comunicado en nombre de la familia en el que pide respeto hacia la misma.
Aída García Torres ha relatado que su hermano ha entregado esta mañana las llaves de la parroquia de Nuestra Señora de Fátima de Fuenlabrada a un representante del Obispado, tras la polémica que ha protagonizado durante los últimos días, y por el momento no ejercerá en ninguna iglesia.
El Obispado de Getafe confirmó el pasado jueves, día 7, que había apartado al sacerdote de sus funciones "por razones pastorales", después de que el párroco denunciase, en una declaraciones publicadas por el diario El País, que había sido destituido acusado de ser homosexual y de haber mantenido una relación con un seminarista.
En esa información, el sacerdote denunciaba asimismo que el Obispado le había obligado a someterse a un análisis psiquiátrico y a la prueba de VIH, y que la prueba en las que se basa el Obispado para acusarle de homosexualidad son unas fotografía en las que aparece junto a un seminarista cubano de 28 años con el torso desnudo.
Tras conocer la decisión del Obispado, el sacerdote ha continuado ejerciendo su labor durante varios días, ya que consideraba que la decisión no era justa, y además contaba con el apoyo de los feligreses, que han llegado a recoger firmas para que se quede.
Hoy, después de que el sacerdote haya entregado las llaves de la iglesia, su familia ha emitido un comunicado en el que pide "respeto" por él y sus familiares, ya que están pasando "por unos momentos delicadísimos".
La familia explica que la situación está ahora en manos de abogados y del Obispado de Getafe, en el que confían